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Un cadáver fue encontrado atrapado en la barrera de boyas flotantes de Texas en el Río Grande el miércoles.
Fue el primero de dos cuerpos hallados en la línea divisoria entre Estados Unidos y México. El segundo fue localizado a tres millas río arriba de las boyas fronterizas en Eagle Pass. Las autoridades mexicanas identificaron a uno de ellos como un niño de Honduras.
Los gobiernos de los EE. UU. y México han estado advirtiendo sobre las terribles consecuencias desde que Texas colocó una serie de boyas de mil pies en el agua para disuadir a los migrantes de pasar por Eagle Pass, un punto crítico para los cruces ilegales.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, condenó las muertes en su conferencia de prensa diaria del jueves. "Esto es inhumano y ninguna persona debe ser tratada así", dijo.
Esta parte del Río Grande cerca de Eagle Pass ya es una de las áreas más peligrosas para cruzar debido a las corrientes cambiantes; las boyas y el alambre de púas que Texas ha instalado a lo largo del río solo lo han vuelto más peligroso.
Es la última escalada en la Operación Lone Star del gobernador Greg Abbott, un controvertido programa de seguridad fronteriza de $4 mil millones de dólares que ha puesto a prueba los límites de la capacidad de un estado para hacer cumplir las leyes de inmigración.
El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, afirmó que la barrera no fue causante de estos decesos. Recalcó que “la información preliminar sugiere que este individuo se ahogó río arriba de la barrera marina y flotó hacia las boyas”.
Un portavoz de Abbott discrepó con los comentarios de López Obrador.
“El gobierno mexicano está rotundamente equivocado”, respondió el portavoz de Abbott, Andrew Mahaleris, en un comunicado. “Desafortunadamente, los ahogamientos en el Río Bravo por personas que intentan cruzar ilegalmente son muy comunes”.
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional calificó las muertes de "desgarradoras" y agregó que deberían investigarse.
“Es fundamental que gestionemos nuestra frontera de una manera segura y humana que respete la dignidad de cada ser humano y mantenga seguras a nuestras comunidades”, externó la portavoz del DHS, Erin Heeter, en un comunicado. "Podemos hacer cumplir nuestras leyes y tratar a los seres humanos con dignidad".
Legisladores Demócratas y grupos de derechos humanos han calificado previamente como una "barbaridad" las boyas y la instalación de alambre de púas.
Texas Governor Greg Abbott’s @GovAbbott barrel traps have caused an asylum seeker to drown.
— Joaquin Castro (@JoaquinCastrotx) August 3, 2023
The Texas Governor is knowingly trying to injure, maim and kill migrants seeking asylum in the United States with razor wire and drowning devices.
Barbaric. https://t.co/7q5umi5vRL
El Departamento de Justicia de los EE. UU. demandó al estado de Texas el mes pasado por el caso de Abbott tras haber rechazado quitar la barrera, que se extiende a lo largo de tres campos de futbol.
En declaraciones bajo juramento publicadas como parte de la presentación, los funcionarios mexicanos expresaron su preocupación de que las boyas podrían provocar la pérdida de vidas y un conflicto a nivel internacional. También señalaron que la barrera ya ha causado un daño significativo en las relaciones exteriores diplomáticas entre los dos países.
"Reiteramos la posición del gobierno mexicano de que la colocación de las boyas por las autoridades de Texas es una violación a nuestra soberanía", enfatizó el secretario de Relaciones Exteriores de México en un comunicado de prensa en español. “Expresamos nuestra preocupación de que estas políticas tendrán un impacto sobre los derechos humanos y la seguridad de los migrantes”.
El Departamento de Justicia está solicitando una orden judicial para exigir a Texas que retire las boyas en un plazo de 10 días y para impedir que Abbott instale más barreras fluviales sin la aprobación previa del Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
Sergio Martínez-Beltrán, de The Texas Newsroom, contribuyó con este reporte.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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