Un día después de que un juez federal ordenara la eliminación de la barrera de boyas flotantes colocadas por el gobierno de Texas en el Río Grande, un tribunal de apelaciones ha determinado que pueden permanecer ahí.
El Quinto Tribunal de Apelaciones emitió una suspensión el jueves que detuvo la decisión de un juez federal que decía que la barrera de boyas de mil pies de longitud debía ser retirada del Río Grande.
El Gobernador Greg Abbott ordenó la instalación de las boyas en el río como parte de la multimillonaria Operation Lone Star, una medida de seguridad para desalentar a los migrantes de cruzar de México a Texas.
Los abogados representantes de Texas afirmaron que la eliminación de la barrera flotante perjudicaría la autodefensa del estado en caso de una invasión de parte de cárteles.
El gobierno federal argumentó que las boyas son una amenaza para la seguridad pública, que obstruyen la navegación en el río y dañan las relaciones de EE.UU. con México.
Abbott ha dicho que está dispuesto a llevar el caso hasta la Corte Suprema.
El tribunal de apelaciones no fijó una fecha para una audiencia.