El brote de sarampión en el oeste de Texas ha sido calificado como el peor en más de 30 años.
Para ser precisos, hace 36 años, Texas y el país sufrieron un brote histórico de sarampión. Duró de 1989 a 1991.
"Fue un momento realmente aterrador", dijo la Dra. Julee Morrow, pediatra del Hospital Infantil Cook de Fort Worth en ese momento y que ahora recuerda cómo fue el brote.
"Fue una época difícil. Fue muy preocupante. Nos preocupó", expuso Morrow. "Intentábamos compaginar la atención de los pacientes en la oficina y la de estos niños en el hospital. Y recibíamos muchísimas llamadas y muchas preguntas".
El período comprendido entre 1989 y 1991 vio uno de los peores brotes de sarampión en el país desde que se introdujo la vacuna a mediados de los años 60.
Durante ese tiempo, se registraron más de 55,000 casos nacionales de sarampión y 123 muertes relacionadas con esta enfermedad.
Sólo en Texas, se reportaron 10 muertes en 1989. Al año siguiente, el número de muertos fue 12, según un informe del Dr. David Smith, el comisionado de salud de Texas en ese momento.
El Dr. Adam Ratner, autor de “Booster Shots: The Urgent Lessons of Measles and the Uncertain Future of Children's Health”, señaló que el problema fueron los recortes presupuestarios de Reagan a los programas de inmunización de Carter.
“Se revirtieron durante la era Reagan, y lo que vimos fue tristemente predecible”, recordó Ratner. “Una caída en las tasas de vacunación y luego este enorme brote que afectó a varias ciudades y estados”.
El presidente George H.W. Bush restableció esa financiación en 1992.
Ratner explicó que ve que el error que cometió Reagan (recortar los fondos para las vacunas) está ocurriendo nuevamente ahora con los recortes de Trump a los programas de vacunas de los CDC.
"Eso debe ser una acción políticamente motivada y vengativa que no tiene ningún sentido", declaró.
Durante el brote de sarampión de 1990, las zonas más afectadas fueron las comunidades de bajos ingresos del centro de la ciudad. Pero la excepción fue San Antonio. El éxito de la vacunación en la ciudad fue evidente y, en una audiencia ante el Congreso en 1992, el representante Henry Waxman preguntó al director de salud pública de la ciudad, el Dr. Fernando Guerra, al respecto.
"¿Puede explicarnos por qué el programa en San Antonio ha tenido éxito cuando los problemas de San Antonio son tan similares a los de otras zonas del país donde nos hemos quedado atrás en la vacunación infantil contra el sarampión?", preguntó Wexler.
"Señor Waxman, diría que, mediante las responsabilidades compartidas entre los sectores público y privado en el sistema de atención médica, hemos intentado mantener la inmunización como una preocupación para toda la comunidad", respondió Guerra.
Guerra explicó que el Distrito de Salud Metropolitano de San Antonio trabajó constantemente con los hogares de difícil acceso de la ciudad y puso las vacunas a disposición donde y cuando pudo.
“A veces incluso hacemos campañas puerta a puerta en algunos de los proyectos de vivienda donde hemos observado que las tasas de inmunización son bastante bajas”, dedujo Guerra.
El enfoque implacable de Guerra se convirtió en el modelo nacional y en una década, el sarampión fue declarado eliminado de los Estados Unidos.
"No puedo creer que estemos pasando por esto otra vez", indicó Morrow al ver cómo se desarrolla hoy en Texas el brote de 1989-1990. "Y tengo el presentimiento de que vamos a ver una propagación durante bastante tiempo. Es algo con lo que vamos a tener que lidiar durante bastante tiempo".
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
TPR fue fundado y es apoyado por nuestra comunidad. Si usted valora nuestro compromiso con los más altos estándares de periodismo responsable y puede hacerlo, por favor considere hacer su regalo de apoyo hoy.