El asilo en los Estados Unidos está ahora fuera del alcance de muchos migrantes, por lo que están recurriendo a México como su plan B.
El fin de CBP One privó de esperanza a muchos migrantes y solicitantes de asilo. Después de meses de hacer clic en la aplicación sin éxito para conseguir una de las 1,450 plazas disponibles, sus sueños de entrar legalmente a los Estados Unidos se esfumaron. Muchos migrantes se han negado a cruzar ilegalmente por temor a ser deportados.
Miles de migrantes se encuentran varados en México, por lo que han optado por la segunda mejor opción.
Rachel Schimdtke, defensora principal de América Latina en Refugees International, dijo que “las personas que originalmente no tenían a México como país destino, ahora piensan, ‘bueno, ya sabes, puedo solicitar asilo aquí.’”
En Ciudad de México, más de 3,000 personas han acampado en la COMAR, la Agencia Mexicana para los Refugiados.
Daniel Méndez, que pretendía pedir asilo a los Estados Unidos junto con su esposa, reestructuró sus planes y se encuentra entre esos solicitantes. Lleva varios meses en México y logró encontrar una habitación allí con su pareja. “Lo que necesitamos son papeles para ganar más dinero.” El matrimonio tiene familiares que aún están en Cuba y que necesitan que les envíen dinero.
En enero, las solicitudes de asilo en México aumentaron más del triple en comparación con el promedio mensual del año anterior. Cientos de migrantes de Cuba, Venezuela, Haití y otros países aún más lejanos, como Afganistán, han hecho fila afuera de la agencia de refugiados de México, con la esperanza de encontrar una vía legal para regularizar su estancia.
Para Schmidtke, existen varios problemas. “No hay muchas otras vías para que la gente pueda trabajar legalmente en el país,” explicó, y agregó que la mayoría de estas personas pueden obtener visas para quedarse y trabajar.
Según la OIM, el Organismo de las Naciones Unidas para la Migración, México enfrenta una escasez de mano de obra de 5 millones de trabajadores, y los migrantes podrían ocupar esos puestos. Las nuevas visas podrían ser una solución para quienes desean laborar en México.
Schmidtke añadió que el sistema de asilo mexicano ha sido muy generoso, pero que la financiación sigue siendo limitada. “Y el otro reto,” expresó, “es que con la congelación de la ayuda y esas cosas, todavía no está claro cómo afectará eso a... las organizaciones internacionales de las que depende el sistema de asilo, como la [Agencia de la ONU para los Refugiados].”
Para los migrantes venezolanos, México ofrece mejores oportunidades que las dificultades que enfrentaron en Sudamérica. Muchos huyeron a Ecuador, Chile o Colombia, donde se encontraron con barreras económicas, falta de estatus legal y políticas antiinmigrantes.
Para muchos, México no era su sueño, pero por ahora es la única opción.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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