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Los lamentos de un niño sacuden la sala del tribunal mientras comienza juicio en caso de muerte por "inanición"

Miranda Casarez
Paul Flahive
/
TPR
Miranda Casarez

Lee esta historia en inglés.

Los lamentos de Benjamin Cervera se escucharon por toda una sala del tribunal del condado de Bexar la tarde del martes.

Se mostraron unos 10 vídeos del niño pidiendo comida. Fuera de cámara en esos videos se escuchaba a su madrastra Miranda Casarez, narrando en ocasiones que el menor se estaba portando mal.

Sus lamentos se escucharon durante 12 minutos en un video. En otra grabación, el niño come pan blanco del suelo. En otro video, el niño se come su propio pañal, con heces encima.

Cuando Benjamin Cervera estuvo fuera de su casa, los fiscales dijeron que podía ganar peso, que ya sabía ir al baño y que estaba prosperando. Cuando estaba con su madrastra y su padre, dijeron, el niño volvió a usar pañal. Perdió peso y finalmente murió de desnutrición.

El 17 de agosto de 2021, el niño perdió la vida.

El juicio a Casarez comenzó el lunes. El padre del niño, Brandon Cervera Sr., también fue acusado en el caso y será juzgado en una fecha posterior.

'Cubierto de moretones'

En su declaración inicial, el fiscal adjunto del condado de Bexar, Michael Villareal, llamó a la madrastra de Cervera un “monstruo” que no alimentaba al niño.

“De lo que se trata este caso es de la fría, dolorosa y lenta hambruna de Benjamin Cervera, en parte a manos de la acusada Miranda Casarez,” expuso Villareal.

El niño pesaba sólo 28 libras cuando falleció. Al jurado se le mostraron fotografías del cuerpo magullado del pequeño, que el personal del hospital observó "cubierto de moretones", según un documento del estado.

Casarez fue acusada de causar lesiones corporales graves al niño por omisión de cuidados y enfrenta una condena de hasta 99 años de prisión.

En el tribunal, la madre biológica del niño, Erica Flores, observó. Tenía en su regazo una camiseta negra con la cara de su hijo y el nombre de "Benji" estampado en esa prenda.

Anthony Cantrell, abogado de Casarez, no dio ningún argumento inicial, reservándolo para el comienzo del caso por la defensa.

Casarez se declaró inocente y, a lo largo de las primeras preguntas a los testigos por parte del estado, Cantrell intentó pintar un retrato más complejo de la situación, señalando posibles problemas de desarrollo relacionados con el niño porque nació prematuro.

No se trataba sólo de que un niño no fuera alimentado, argumentó. “Es simplemente engañoso para el jurado que el estado lo caracterice, que mi clienta le está negando agua o alimentos cuando tenemos evidencia que demuestra que fue [alimentado]”, planteó Cantrell al intentar obtener videos del niño gimiendo y suplicando por alimentos que no se muestran.

Cantrell añadió que los videos no capturaron que el niño acababa de ser alimentado, que en gran medida solo comía pan, y que no querían darle más pan. Cantrell le señaló a un testigo que los gabinetes estaban llenos de comida, y se mencionó que Casarez le compró tacos a la familia y a Benjamin la mañana de su muerte.

Después de dejar a otros niños en la escuela, Casarez explicó a los investigadores que regresó a casa y se quedó dormida. Cuando despertó, encontró al niño inconsciente, con lo que un testigo describió más tarde como “mucosa sangrienta” saliendo de su boca.

'Muy pequeño para su edad'

Julie Senter, una vecina, afirmó que vio a Casarez saliendo de su apartamento con el niño ahora inerte en brazos. Casarez metió al niño en el auto e inició una llamada telefónica mientras pedía ayuda a los autos en su complejo de apartamentos en Eisenhower Road.

Senter testificó que Casarez estaba hablando por teléfono con quien el vecino supuso era el padre del niño o un ser querido y no había llamado al 911. Siguió el auto de Casarez mientras transportaban al niño al hospital.

“Creo que ayudar a su hijo habría significado llamar al 911,” planteó Senter cuando se le preguntó si vio a Casarez ayudando a Cervera.

Casarez al fin se detuvo y llamó al 911 en la esquina de Broadway y Josephine Street, como lo ilustró Cantrell a través de sus preguntas.

Le aconsejaron que le aplicara reanimación cardiopulmonar al niño y que esperara una ambulancia, lo cual hizo. Cuando llegaron los detectives de la policía de San Antonio, observaron el cuerpo de Cervera.

“[Sus piernas] parecían muy delgadas. Muy pequeño para su edad. Pero, ya sabes, no soy médico, así que no podría decir ciertas cosas sobre él, pero en mi opinión, en ese momento, pensé que estaba desnutrido.” afirmó Lawrence Saiz, detective de homicidios del SAPD.

Saiz testificó que en su entrevista con Casarez, ella le mostró videos de Cervera golpeándose; uno de ellos fue grabado el día de su muerte.

"Quiero pan. Quiero pan. Quiero pan,” gritaba Cervera en el video mientras viajaba en el auto el día de su deceso. Fue uno de varios videos del niño pidiendo comida.

'No tiene hambre'

Casarez respondió a los investigadores que el niño tenía una obsesión con el pan. Ella agregó que él se autolesionaba regularmente al picarse los ojos y golpearse en la cabeza cuando no lo entendía.

“Él no tiene hambre. Intentaría darle bocadillos. Siempre quiere pan,” le respondió a un investigador en una entrevista grabada en video que Saiz mostró al jurado. "Literalmente se comió una barra de pan entera."

Los médicos forenses del condado de Bexar encontraron sólo semillas de amapola en su tracto digestivo, testificó Saiz, a pesar de que Casarez le aseguró que el niño había comido una barra entera de pan la noche anterior.

“Se queda despierto toda la noche llorando”, dijo, describiendo que el niño había pasado un mes llorando hasta altas horas de la noche.

Ella describió que él se levantaba y escondía comida. Instalaron cerraduras en el refrigerador y en los gabinetes. Un video mostró al niño llorando en su habitación y luego comenzando a romper y comerse el pañal. Al jurado también se le mostraron vídeos del niño pidiendo pizza. Su pequeño cuerpo estaba demacrado.

“No sé qué le pasó,” la mujer le recalcó llorando al detective.

Casarez agregó que trató de decirle a su esposo que algo andaba mal con el niño. Pero anteriormente testificó que le habían dejado a ella el cuidado de varios niños. Su esposo, el padre de Benjamin, simplemente regresaba a casa y luego salía con sus amigos, dijo.

“Ella pasó mucho tiempo hablando de que él era un niño malo,” testificó Saiz. Cuando se le preguntó si había llorado en algún momento por la muerte de Cervera, Saiz respondió “no”.

Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom. 

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Paul Flahive can be reached at Paul@tpr.org