Líderes religiosos y maestros del Valle del Río Grande, de todo el estado y el país visitaron Matamoros el sábado y pidieron asilo para los migrantes para que permanezcan protegidos en los EE. UU.
El grupo, formado por académicos, líderes de organizaciones sin fines de lucro locales y estatales e iglesias que brindan ayuda a los migrantes a lo largo de la frontera sur, se reunieron frente al Puente Internacional Gateway en Brownsville el sábado para una caminata de oración hasta Matamoros.
La caminata, que terminó en un campamento de migrantes a lo largo del Río Grande en Matamoros, fue dirigida por la Practice Mercy Foundation, una organización de ayuda a migrantes sin fines de lucro con sede en McAllen.
“[Estados Unidos] suele tener el enfoque del Capitán América: vamos, hacemos, arreglamos, construimos, tomamos fotografías, nos despedimos”, dijo Alma Ruth, fundadora y directora ejecutiva de Practice Mercy Foundation. “Estamos haciendo lo contrario. Estamos invitando a la gente a venir y ver, a venir y escuchar, a venir y caminar en los zapatos [de los inmigrantes] durante un par de horas. Y nuestra comprensión será completamente diferente porque es encarnación, es una inmersión en la que vemos a través de sus ojos”.
El sábado por la tarde, más de cien migrantes, la mayoría de los cuales eran haitianos, fueron procesados después de recibir citas de CBP One. Antes de cruzar, esperaron en una fila que se extendía alrededor de la Avenida De Las Rosas durante horas con trámites migratorios en mano.
La administración Biden está considerando restablecer las restricciones de inmigración de la era Trump a cambio de ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán como parte de un acuerdo bipartidista con los Republicanos en el Senado.
Will McCorkle, que da clases sobre la interseccionalidad del nacionalismo, la inmigración y la educación en el College of Charleston y asistió a la caminata, explicó que el sistema de asilo está amenazado.
"Es muy importante que salvemos el asilo", señaló. “Porque una vez que lo dejamos pasar y una vez que lo negocian y se convierte en ley, y le dan y le quitan al presidente el derecho de otorgar libertad condicional a individuos, nunca volverá”.
En el campamento de migrantes, Ruth notó el vacío de un espacio que solía albergar a miles de personas. El mes pasado, las autoridades mexicanas desalojaron el campamento tras la presión del gobierno federal y de EE.UU. cientos de migrantes fueron desplazados.
La limpieza del campamento fue el comienzo de la ofensiva de México contra los inmigrantes que se desplazaban por el país. El secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo durante una visita a Eagle Pass la semana pasada que Estados Unidos ha hecho que México vuelva a comprometerse a aplicar sus leyes migratorias, lo que posiblemente lleve a que menos extranjeros intenten cruzar la frontera de Texas ilegalmente desde principios de este año.
Un oficial de inmigración mexicano apostado en el campamento dijo que los migrantes desplazados recibieron citas de asilo, pero TPR no pudo verificar esta afirmación.
El grupo conversó con los migrantes que quedaban en el campamento durante media hora antes de tomar fotografías y partir. Luego se dirigieron a la orilla del río, actualmente seco, donde yacían ante ellos las ropas desechadas de una cantidad incalculable de inmigrantes.
Del otro lado estaban los soldados de la Guardia Nacional de Texas vigilando detrás de interminables filas de alambre de púas, moviéndose sin rumbo ahora que todos los inmigrantes se han ido.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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