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Grupos de derechos humanos condenaron a los Republicanos del Senado y a la administración Biden después de informes de que una discusión sobre un proyecto de ley de financiación suplementaria para proporcionar ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán puso sobre la mesa el asilo y otras vías humanitarias para los migrantes como parte de las negociaciones.
"La frontera no es negociable", dijo Ricky Garza, asesor de política fronteriza de la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur. "El Congreso y la Casa Blanca deben respetar el derecho humano a buscar asilo y negarse a negociar los derechos de las comunidades fronterizas para recursos a militares". Cualquier reducción al apoyo que se les brinda es desmedida”.
El proyecto de ley de financiación suplementaria de Biden fue bloqueado la semana pasada por los Republicanos del Senado, quienes exigen que el proyecto de ley incluya las políticas migratorias estrictas de la legislación aprobada por primera vez por la Cámara en mayo conocida como la HR 2 o la "Ley de Fronteras Seguras de 2023".
Después de la votación la semana pasada, los medios de comunicación reportaron que la Casa Blanca por primera vez está dispuesta a ceder en algunas políticas propuestas en la Ley HR 2, incluidos nuevos límites a los programas de asilo y refugiados en los EE.UU.
Los grupos de derechos humanos condenaron de inmediato cualquier posible compromiso de la administración Biden que comenzaría a desmantelar las vías humanitarias que permiten a los migrantes llegar a los Estados Unidos.
El dinero que financia a Ucrania en su defensa de la invasión rusa se agotará a finales de año, y Biden tiene hasta el fin de esta semana (cuando el Congreso suspenda la sesión) para llegar a un acuerdo. El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo en una entrevista televisiva el domingo que Biden está “totalmente preparado para comprometerse” con los Republicanos a fin de realizar cambios significativos en el proyecto de ley y así evitar suspender fondos críticos durante varias semanas o más, y posiblemente cambiar el balance de la guerra contra Rusia.
Pero aún no está claro cuál de las medidas de inmigración propuestas por los Republicanos podría llegar a convertirse en un proyecto de ley final en el que ambos partidos estarían de acuerdo, si es que esto se da. Los miembros tanto de la Cámara como del Senado expresaron dudas sobre la posibilidad de incorporar suficientes Demócratas a cualquiera de las propuestas Republicanas actuales.
Amy Fischer, directora de Derechos de Refugiados y Migrantes de Amnistía Internacional Estados Unidos, advirtió en un comunicado que una de las propuestas que eleva el estándar de miedo creíble en las evaluaciones de asilo haría más difícil que quienes más necesitan ayuda obtengan protección.
“Los solicitantes de asilo suelen ser más vulnerables durante su proceso de miedo creíble, y un cambio en este estándar no descartaría las solicitudes frívolas, sino que castigaría a los más vulnerables, a los más traumatizados y a los más incapaces de articular sus reclamos”, indicó. “Las entrevistas de miedo creíble se llevan a cabo con frecuencia mientras las personas están detenidas y no están representadas por un abogado”.
Otras medidas propuestas por los Republicanos han incluido un límite al asilo, una “prohibición de tránsito” que requeriría que los solicitantes de primero pidan asilo en otros países y un uso más amplio de pulseras de tobillo con GPS que incluiría el seguimiento de menores de edad.
En el peor de los extremos, los Republicanos han propuesto nuevos poderes para la expulsión acelerada de migrantes a nivel nacional que permitiría a las agencias federales deportar familias en el interior del país sin ningún proceso legal, una ampliación de la detención que podría incluir a niños y una autoridad ejecutiva para cerrar completamente las entradas fronterizas por una amplia gama de razones en cualquier momento.
“Mi reacción es de profunda conmoción ante el hecho de que el presidente esté dispuesto a volver a las políticas de Trump que nos harían atacar a las comunidades migrantes en todo el país”, expuso Robyn Barnard, directora de defensa de los refugiados de Human Rights First y abogada de inmigración.
“Todas las propuestas que se están barajando no hacen nada para impedir que la gente venga”, añadió Barnard. “Lo único que esto va a hacer es castigar a quienes buscan protección y castigará a las comunidades que ya están aquí”.
Los migrantes que buscan asilo representan actualmente una fracción del total de encuentros de migrantes en la frontera entre los Estados Unidos y México.
Por ejemplo, del total de 240,988 encuentros con migrantes por parte de la Aduana y la Patrulla Fronteriza (CBP son sus siglas en inglés) en la frontera entre los Estados Unidos y México en octubre, solo 46,230 personas, alrededor del 19%, fueron liberados con un aviso para comparecer ante el tribunal para una audiencia de asilo.
Barnard también explicó que la administración Biden ya impuso limitaciones temporales al asilo en mayo, incluido el aumento del estándar de miedo creíble, la prohibición de tránsito y el requisito para que los migrantes programen citas para exámenes de asilo a través de una aplicación desde fuera del país.
“Entonces, lo que la administración Biden ha estado haciendo desde el fin del Título 42, la prohibición de asilo que tienen vigente, se hace a través de la regulación”, explicó Barnard. “El Congreso ahora [a través de este acuerdo con Biden] codificaría e incluiría esa prohibición de asilo en nuestras leyes y diría que ahora es parte de nuestro sistema de inmigración”.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS son sus siglas en inglés) destacó en su momento que esperaba una reducción en las llegadas de migrantes a la frontera como resultado de esas medidas temporales que comenzaron en mayo.
Pero en lugar de una reducción de la migración, el DHS observó un aumento mes tras mes de los encuentros en la frontera entre los Estados Unidos y México a partir de julio. Desde agosto, la frontera ha visto un número récord de llegadas de migrantes cada mes.
“[Estas medidas] al final del día no harán nada para resolver ninguno de los problemas que los Demócratas, el presidente o los Republicanos dicen que quieren solucionar en términos de la cantidad de personas que vienen, los retrasos y el procesamiento”, subrayó Barnard. "Simplemente va a causar más caos y más daño".
Según un informe de vigilancia fronteriza de octubre del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, la administración Biden ya ha deportado a un mayor porcentaje de personas que cruzan la frontera y ha liberado a un porcentaje menor de migrantes en los Estados Unidos comparado con Trump en un período de dos años.
Sin embargo, aunque la administración está expulsando a 3.5 veces más personas por mes que la administración Trump, las llegadas durante el gobierno actual han aumentado dramáticamente en números absolutos.
En sus últimos dos años de gestión, la administración Trump atendió poco más de 1.2 millones de llegadas a la frontera entre los Estados Unidos y México. En sus primeros dos años, la administración Biden ha revisado a más de 5 millones de personas.
Jon Taylor, profesor y presidente del departamento de ciencias políticas de la Universidad de Texas en San Antonio, agregó que las causas de la migración son más complejas de lo que se puede abordar con un acuerdo rápido.
“En pocas palabras, ninguno de los partidos políticos ha hecho un buen trabajo al abordar el tema de la inmigración. En particular, las consecuencias a largo plazo de lo que está sucediendo, no sólo en la frontera, sino en otros países como Venezuela, entre otros. Por qué vienen a los Estados Unidos. Por qué están huyendo de sus países de origen”, cuestionó.
Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (UNOCHA son sus siglas en inglés), América Latina y el Caribe son ahora la segunda región más propensa a desastres en el mundo. Se enfrentan a una crisis multidimensional sin precedentes, con más de 29.2 millones de personas necesitadas en toda la región en 2023.
Los embates climáticos precipitados por el patrón global de calentamiento conocido como “La Niña”, que persistió durante tres años por primera vez desde 2001, incluyeron sequías, inundaciones y huracanes severos. El fenómeno destruyó infraestructura, agricultura y medios de vida, afectando desproporcionadamente a los pobres y aumentando la inseguridad alimentaria en los años venideros.
Los hogares y los gobiernos todavía luchan por recuperarse de la pandemia de COVID-19, al mismo tiempo que el conflicto en Ucrania continúa elevando drásticamente los precios de alimentos y combustibles.
La pobreza y la desigualdad se han profundizado significativamente en la región. A su vez, todos estos factores han exacerbado los desafíos socioeconómicos, como la violencia de género, las tasas de homicidio, la inestabilidad democrática y la violencia generalizada de pandillas.
La UNOCHA reportó que el flujo de migración irregular, no solo hacia los Estados Unidos, sino en todo el continente americano, ha crecido exponencialmente en 2023 debido a estos desafíos. Se espera que ese crecimiento en la movilidad humana siga aumentando.
“La gente viaja desesperadamente a través de las selvas de América del Sur hacia el sur de México hasta la frontera con los Estados Unidos. Esto es un desastre humanitario”, resumió Taylor. “Y ninguno de los partidos en este momento parece tener la voluntad política de sentarse y elaborar algún tipo de plan de inmigración integral. ¿Por qué? Porque parece mejor adoptar posturas, mejor hacer política. A su vez, se ve a varias personas que sufren por eso”.
La Associated Press informó el viernes que los Republicanos en el Senado redoblaron sus medidas extremas de inmigración como resultado de que Biden expresara su voluntad de llegar a un acuerdo, incluso reviviendo demandas que ya habían sido desechadas en negociaciones anteriores.
El legislador estatal Remócrata Roland Gutierrez se postula para el escaño en el Senado de los Estados Unidos que actualmente ocupa el Senador Republicano Ted Cruz, quien originalmente presentó la versión senatorial de la ley HR 2.
Cruz ha sido uno de los partidarios más tenaces de utilizar el proyecto de ley de financiación suplementaria para imponer políticas fronterizas Republicanas.
"Tenemos que deshacernos de la gente que sólo grita y grita sobre la frontera y dice que necesitamos más y más muros fronterizos, más obstáculos", consideró Gutierrez.
“Una persona hambrienta que gana 300 dólares al mes en Venezuela va a venir a la tierra de las oportunidades. Hay 30 millones de puestos de trabajo en este país en los que los estadounidenses no quieren hacer. Pero hemos permitido que los Republicanos satanicen esto, como si los inmigrantes fueran responsables de todos los fracasos en la atención sanitaria, en la educación y en la infraestructura”, ejemplificó.
Gutierrez, qiuen defiende un plan de migración de cinco puntos que incluye permitir que los inmigrantes soliciten empleo en los Estados Unidos directamente desde un país extranjero antes de ser examinados y que los empleadores paguen los gastos para traer a esos trabajadores, sostiene que la reforma migratoria debería ser mucho más sencilla.
“No hay ningún presidente al que se pueda culpar por lo que está sucediendo hoy en nuestra frontera. Es simplemente un clamor económico por oportunidades", afirmó. "No se trata de quién puede capturar más y quién puede liberar más. Se trata de resolver un problema económico”.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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