El jueves un par de docenas de familiares de víctimas del tiroteo en Robb Elementary asistieron a la reunión del consejo de la ciudad de Uvalde en busca de respuestas.
Se reunieron en grupos con botones y camisas con los nombres y fotografías de sus seres queridos y hablaron en voz baja mientras esperaban dos horas a que el consejo terminara la sesión a puerta cerrada.
Los concejales de la ciudad de Uvalde regresaron a la sesión abierta después de reunirse con abogados para discutir posibles litigios relacionados con el tiroteo masivo. Respondieron las preguntas de los miembros de la familia y escucharon las súplicas emocionales de transparencia y responsabilidad, pero indicaron que no podían compartir ninguna información nueva ni responsabilizar a nadie en este momento.
“Lo único que puedo decirles es que no sabemos más al salir de esta sala ahora”, afirmó el alcalde Don McLaughlin. “No estamos tratando de ocultarles nada. No estamos tratando de hacer eso. Nosotros no tenemos nada. DPS nos ha atado las manos. Si tuviéramos algo y lo divulgamos, estaríamos sujetos a cargos penales individuales. Pero no lo tenemos. No tenemos nada que darles o de lo contrario se los daríamos. Se los prometo".
Varias veces durante el intercambio de una hora entre los miembros del consejo y el público, McLaughlin mostró copias de cartas del fiscal de distrito y del Departamento de Seguridad Pública de Texas como prueba de la razón por la cual los funcionarios municipales no pueden responder las solicitudes de registros públicos sobre tiroteos masivos.
“Aquí están las cartas aquí, diciéndonos que es una investigación en curso. No puedes liberar nada bajo cargos criminales”, dijo McLaughlin.
Aunque las cartas no mencionan cargos judiciales, McLaughlin afirmó que los miembros del consejo podrían ser acusados de obstruir la justicia y obstruir una investigación criminal si divulgan información.
Los miembros del consejo también dijeron que no han podido acceder a sus propios registros policiales de la ciudad, incluidas las imágenes de la cámara corporal y las llamadas al 911, porque el Departamento de Seguridad Pública “técnicamente es el dueño en este momento”.
“Tienen un bloqueo en nuestros archivos para no publicar ningún archivo”, aclaró McLaughlin.
Pete Arredondo
El jefe de policía del distrito escolar de Uvalde, Pete Arredondo, se perdió su tercera reunión consecutiva del concejo municipal el jueves.
De acuerdo con los estatutos de la ciudad, el concejo puede declarar su escaño vacante después de que falte a tres reuniones. Pero el alcalde de Uvalde, Don McLaughlin, precisó que una de las reuniones a las que se asistió no cuenta porque fue una junta de emergencia convocada con menos de 24 horas de anticipación.
“Este es su segundo encuentro. Si se pierde el tercero, no creo que haya nadie aquí que les diga que no tomaremos las medidas que debemos tomar”, expuso McLaughlin.
El concejal Chip King aseguró que está argumentando que las tres reuniones deberían contar en contra de Arredondo. El jefe de policía escolar fue elegido para el consejo de la ciudad poco antes del tiroteo masivo en Robb Elementary el 24 de mayo.
Familiares de las víctimas
La hermana de Irma Garcia, Velma Lisa Duran, quería saber por qué todos los policías y líderes escolares de Uvalde siguen en sus puestos a más de un mes después del tiroteo.
“Eso es increíble para mí. Increíble que esta gente ande como si nada y mis sobrinas y sobrinos tienen que verlos en Walmart o en HEB o ir a la escuela y saber que todavía tienen su empleo porque, bueno, tenemos que seguir un proceso”, señaló Duran.
Duran planteó que todas las agencias policiales que respondieron al tiroteo tienen la culpa.
“Estos niños fueron borrados. Mi hermana fue borrada. Era un ataúd cerrado. No pude abrazarla. No pude tocarla. No pude decir mi último adiós”, recalcó Duran.
Ella dijo que los hechos están a la vista de todos y que la ciudad debería actuar.
El administrador de la ciudad de Uvalde, Vince DiPiazza, respondió que si pusiera de licencia a todos los policías de Uvalde que acudieron al tiroteo masivo, no quedarían suficientes elemento para proteger a la ciudad.
“Me están diciendo cuáles creen que son los hechos, y puede que tengan razón, pero todavía no lo sé”, indicó DiPiazza. “Todavía no tengo suficiente información para tomar esa decisión. No me inclino a emprender acciones contra las personas que trabajan en la ciudad sin conocer la historia completa”.
Familiares y residentes de Uvalde gritaron respuestas a los comentarios de los funcionarios de la ciudad desde varias direcciones, expresando su frustración y escepticismo. Familiares de al menos cinco de los 19 niños y dos maestras asesinadas en el tiroteo asistieron a la reunión.
“Todos los policías de aquí saben exactamente lo que sucedió allí, pero tienen una orden mordaza para mantener la boca cerrada”, acusó una mujer. “Ya llegamos al punto en que no creemos nada de lo que dice nadie”.
“Véalo como padre, como padre de familia. No haga lo que puede hacer como alcalde. Vaya más allá de eso”, sugirió un señor. “Sé que hay un límite en lo que usted puede hacer. Haga más que eso. ¿Y si fuera su hijo?”
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares, Roberto Sierra, Francisco Marín, Pamela Martinez, Ana Baehr, e Yvette Benavides, para NPR y The Texas Newsroom. Haga clic aquí para más cobertura de Uvalde en español.