La preocupación por la aparición de un parásito carnívoro ha llevado a funcionarios estadounidenses a detener todas las importaciones de ganado, caballos y bisontes a través de la frontera sur.
La Secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, tomó la decisión citando la propagación hacia el norte del gusano barrenador del Nuevo Mundo, que se ha detectado en el sur de México durante el último año.
"La protección de nuestros animales y la seguridad del suministro de alimentos de nuestra nación es un asunto de seguridad nacional de suma importancia", explicó Rollins en un comunicado.
"No se trata de política ni de castigo a México, sino de seguridad alimentaria y animal", recalcó.
Los gusanos barrenadores del Nuevo Mundo son larvas de moscas que se esconden en heridas o membranas mucosas de los animales y, rara vez, de los seres humanos.
Los gusanos se alimentan de la carne y la sangre de su huésped con diminutos ganchos bucales. Si no se atiende, la infección parasitaria puede matar a una vaca adulta en una o dos semanas.
Los esfuerzos para deshacerse de la plaga se remontan a bastantes décadas.
De hecho, Estados Unidos y México lograron erradicar el gusano barrenador del Nuevo Mundo en las décadas de 1960 y 1970 liberando cientos de millones de moscas adultas estériles que se aparearon con las hembras, impidiéndoles en última instancia poner huevos viables.
Esta estrategia ayudó a crear una "zona de barrera" que impidió que la plaga invadiera Estados Unidos y México, aunque todavía surgían casos de vez en cuando.
En 1976, un brote en Texas afectó a más de 1.4 millones de cabezas de ganado vacuno y cientos de miles de ovejas y cabras. Si un brote similar ocurriera ahora, se estima que costaría a la economía texana $1,800 millones, según un análisis de la USDA.
Estas posibles consecuencias son la razón por la que los funcionarios agrícolas están tan alarmados por el regreso de la plaga en años recientes.
Los casos han aumentado en partes de América Central y ahora se están detectando en algunas "granjas remotas" en México, a unas 700 millas de la frontera con Estados Unidos, expresó la USDA el domingo.
Como resultado, Estados Unidos suspendió el comercio de animales vivos en la frontera en noviembre. Esta medida se levantó en febrero después de que Estados Unidos y México acordaron otras medidas para controlar el parásito.
La nueva prohibición continuará "mes a mes", hasta que se logre un periodo significativo de contención, según la USDA.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares, e Yvette Benavides, para NPR y The Texas Newsroom.
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