Un equipo de investigación de la Universidad de Texas en Dallas está desarrollando una alternativa a las inyecciones con aguja, que utiliza un sistema de propulsión con gas comprimido para introducir vacunas en la piel.
El sistema de inyección sin aguja utiliza partículas microscópicas que contienen el agente terapéutico en forma de polvo.
El tratamiento viene encapsulado en un marco orgánico metálico para mantener la estabilidad térmica de las vacunas, así eliminando la necesidad de refrigerarlas y por consecuencia ahorrando dinero en transporte, almacenamiento y fabricación.
Según el investigador principal, el Dr. Jeremiah Gassensmith, aunque la vacuna utiliza un poderoso soplo de aire para disparar partículas microscópicas a través de la piel, el proceso no es doloroso y se siente similar a ser disparado con un dardo de hule espuma.
Esta tecnología no es completamente nueva y se ha utilizado en el pasado para administrar líquidos a través de la piel.
Sin embargo, estos sistemas antiguos presentaban riesgos de contaminación cruzada y eran dolorosos.
El Dr. Gassensmith cree que esta tecnología podría ayudar a las personas con miedo a las agujas a aceptar la vacunación.
Gassensmith sugiere que podría utilizarse en situaciones de gran catástrofe, donde no hay personal capacitado para usar agujas y solo se necesitaría a alguien que pueda presionar un botón.