En febrero, en el escenario de la Escuela Cristiana de San Antonio (San Antonio Christian School), Mandy Drogin, de la Fundación de Políticas Públicas de Texas, enumeró los pilares de lo que ella llama el movimiento de empoderamiento de los padres de familia.
El primer pilar es la transparencia. Cada niño del estado de Texas y sus padres deben saber qué están aprendiendo en el aula y por qué lo están aprendiendo, dijo Drogin.
“El segundo pilar es la calidad”, continuó Drogin. “Todos los niños de Texas, sin importar la calle en la que vivan, el dinero que haya la cuenta bancaria de sus padres, el color de su piel o cualquier otro factor, merecen acceso a una educación de alta calidad”.
Drogin compartió el escenario esa noche con el gobernador Greg Abbott y legisladores estatales clave para explicar su compromiso de crear un programa similar a los vales escolares que daría a las familias recursos públicos para pagar escuelas privadas.
Pero los proyectos de ley de vales escolares de Texas que Drogin y los políticos que estaban allí para promover no darían a los padres la transparencia que necesitan para saber si sus hijos están recibiendo una educación de calidad.
Las propuestas que se están considerando en la Cámara de Representantes y el Senado de Texas incluyen un texto idéntico que exige que los estudiantes del programa presenten un examen anual. Sin embargo, indican que las instituciones privadas pueden elegir entre el examen estatal o cualquier evaluación con referencia a normas nacionales. Ese "o" debilita tanto el requisito que lo hace inútil.
"Es prácticamente imposible comparar a estudiantes de diferentes escuelas o de diferentes sectores escolares a menos que utilicen el mismo examen", afirmó Josh Cowen, profesor de política educativa en la Universidad Estatal de Michigan.
Dijo que una prueba basada en normas es mejor que nada porque los estudiantes al menos pueden ser comparados con otros que tomaron la misma prueba en todo el país.
“Pero eso quizás sea útil para la junta directiva de la escuela, o quizás para su director o algo similar. Pero lo que no es útil es para los padres, y no es útil para los contribuyentes”, advirtió Cowen. “La única manera de saber cómo le iría a un hijo en la escuela pública hoy, o cómo ha progresado desde que estuvo en una escuela pública el año pasado o el anterior, es si está presentando exactamente el mismo examen que las escuelas públicas de Texas”.
Existe todo un campo de estudio llamado psicometría, dedicado a garantizar mediciones válidas respecto a las mismas pruebas estandarizadas a lo largo del tiempo. Los investigadores que estudian los resultados de los estudiantes siempre comparan los resultados de quienes han realizado la misma prueba para garantizar comparaciones precisas; es de sentido común que cuando los estudiantes presentan diferentes exámenes, sus resultados no se pueden comparar con precisión. Pero Drogin rechaza por completo esa premisa.
“Es absolutamente posible comparar manzanas con manzanas y no tener la misma prueba”, explicó Drogin en entrevista con Texas Public Radio. “Creo que es una afirmación falsa, y no hay razón para que alguien deba argumentar a favor de tener la misma prueba cuando las escuelas no son exactamente iguales”.
Drogin aclaró que está a favor de los proyectos de ley que dan a escuelas privadas la posibilidad de elegir qué pruebas administrar a los beneficiarios de vales, y no cree que esa posición esté en conflicto con sus pilares de transparencia y calidad.
“Por supuesto, debe haber responsabilidad académica siempre que gastemos el dinero de los contribuyentes, pero decir que todo debe ser exactamente igual, un sistema único para todos, ha demostrado no funcionar”, expuso Drogin.
Cowen expresó que antes de la pandemia varios estados con programas de vales requerían el examen estatal, pero ahora ese requisito ha desaparecido.
“Creo que esto se debe a que durante la última década, cuando las escuelas privadas que aceptaban vales debían rendir el examen estatal, presenciamos algunos de los peores descensos académicos en la historia de la investigación educativa”, añadió Cowen.
“La típica escuela que recibe vales escolares no es tan buena”, recalcó Cowen. “La idea de que existan academias privadas de élite esperando aceptar a niños que reciben vales escolares es un mito. Seguirán estando fuera del alcance de la mayoría de los niños”.
Cowen trabajó con promotores de vales educativos al inicio de su carrera y participó en investigaciones sobre su impacto en el aprendizaje estudiantil. Se convirtió en un crítico abierto de los programas a gran escala que ahora son populares, después de que múltiples estudios demostraran que no mejoran el rendimiento estudiantil.
Drogin indicó que no cree que se deba exigir a las escuelas privadas que apliquen las pruebas estandarizadas estatales a los beneficiarios de vales porque las pruebas de Texas se basan en los estándares académicos del estado llamados Conocimientos y Habilidades Esenciales de Texas o TEKS.
“Las escuelas privadas no están siguiendo —y los estudiantes que estudian en casa no necesariamente lo están haciendo— los TEK, ni queremos que lo hagan”, dedujo Drogin.
Los autores Republicanos de los proyectos de ley sobre vales escolares en Texas, el Representante Brad Buckley y el Senador estatal Brandon Creighton, no respondieron a múltiples solicitudes de comentarios para este artículo. Sin embargo, durante la audiencia del comité de la Cámara de Representantes sobre el proyecto de ley de Buckley, el Demócrata Harold Dutton Jr. le preguntó a Buckley cómo la legislación medirá los resultados estudiantiles.
"¿Se asume que hacer esto mejorará los resultados de los estudiantes?", preguntó Dutton.
“Esa es la suposición”, respondió Buckley.
“Revisé el proyecto de ley y quizás no lo vi, pero no veo nada en el proyecto de ley que mida eso”, aclaró Dutton.
"Bueno, existen pruebas basadas en normas obligatorias y reportables, donde podemos revisarlas", agregó Buckley. "Así que tendremos mediciones, pero también tendremos en cuenta que esto está dirigido por los padres. El sistema de rendición de cuentas definitivo".
Buckley y otros partidarios de los vales arguyen que los padres harán responsables a las escuelas privadas eligiendo dónde enviar a sus hijos.
Sin embargo, tal como están redactados los proyectos de ley ahora, los padres probablemente tomarán esa decisión a ciegas.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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