Un nuevo proyecto de ley presentado en Texas convertiría los medicamentos para abortar en sustancias controladas, en un intento para frenar la práctica de abortos autogestionados en el estado.
El proyecto de ley 1339 de la Cámara de Representantes pretende reclasificar los fármacos mifepristona y misoprostol como sustancias en la Lista IV. El proyecto de ley, que fue presentado por el representante republicano Pat Curry de Waco, hace eco a una ley aprobada en Luisiana este año.
Ginecólogos-obstetras han hecho sonar las alarmas sobre el impacto de la ley de Luisiana en los entornos clínicos. Aunque la mifepristona y el misoprostol son conocidos por su uso en abortos farmacológicos, también se utilizan con frecuencia para otros fines en la atención ginecológica, incluida la gestión de abortos espontáneos. El misoprostol se utiliza para tratar hemorragias posparto, o hemorragias graves después del parto.
Cuando la ley entró en vigencia, el Departamento de Salud de Luisiana emitió una guía sobre cómo almacenar y dispensar de forma segura la mifepristona y el misoprostol ahora que están clasificados como sustancias controladas, lo que significa que los fármacos podrían no estar al alcance de la mano durante las emergencias.
En septiembre, el presidente del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés) criticó la ley, afirmando que creaba “obstáculos administrativos” que provocarían retrasos en la atención.
“Los legisladores están creando barreras para los médicos en situaciones de emergencia en las que la vida o la salud de una paciente podría estar en riesgo”, dijo la doctora Stella Dantas, presidenta de ACOG, en un comunicado. “En obstetricia y ginecología, minutos o incluso segundos pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte”.
Los proveedores de atención sanitaria de Luisiana han demandado al estado, impugnando la vigencia de la ley.
En declaraciones a The Texas Tribune, Curry dijo que su intención al presentar el proyecto de ley es dificultar el pedido de mifepristona y misoprostol por Internet para su uso en abortos y desestimó las preocupaciones planteadas por los médicos.
Desde que casi todos los abortos pasaron a ser ilegales en Texas, muchas personas recurrieron a abortos autogestionados con píldoras obtenidas por correo. Un estudio publicado en enero (cuyo autor es un profesor de la UT Austin) descubrió que las solicitudes al servicio de telemedicina Aid Access, con sede en el Reino Unido, aumentaron después de que se filtrara la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos que anulaba el caso Roe vs Wade.
Texas aprobó en 2021 una ley que hace ilegal el envío de medicamentos abortivos por correo en el estado. Pero otros estados donde el aborto es legal, como Nueva York y Colorado, han aprobado “leyes escudo” destinadas a proteger a los proveedores que recetan píldoras abortivas a pacientes en estados con leyes diferentes.
La reclasificación de la mifepristona y el misoprostol como sustancias de la Lista IV podría introducir nuevas penas por la posesión o distribución ilegal de estos fármacos. Sin embargo, la ley de Luisiana no incluye penas para las personas que posean la mifepristona y el misoprostol destinados a su propio uso.
Entre muchos médicos y defensores de la salud reproductiva ha persistido la preocupación por la forma en que las leyes de Texas sobre el aborto pueden afectar a la calidad de la atención a las mujeres que sufren abortos espontáneos y otras emergencias obstétricas. En las últimas semanas, ProPublica publicó las historias de tres mujeres que murieron después de que los médicos se mostraran reacios a prestar atención relacionada con el aborto espontáneo, temerosos de que pudiera clasificarse como aborto inducido en virtud de la ley. Los médicos pueden enfrentarse a graves sanciones si se descubre que infringen la Ley 8 del Senado de Texas, que permite practicar un aborto sólo si está en peligro la vida de una mujer embarazada o una “función corporal importante”.
El Dr. Todd Ivey, ginecólogo y obstetra de Houston, dijo que el proyecto de ley de Curry plantea una nueva preocupación ya que el misoprostol podría ser menos accesible en casos de emergencia. Dijo que había estado ansioso por la posibilidad de que la ley de Luisiana se replicara en Texas.
“Cada segundo cuenta cuando se trata de una hemorragia posparto”, dijo Ivey. “Creo que tenerlo fácil acceso, ya sea en la habitación o disponible después de solicitarlo, es increíblemente importante”.
Los medicamentos clasificados como sustancias controladas suelen tener potencial adictivo, a diferencia de la mifepristona y el misoprostol, y deben ser rastreados a través del sistema de supervisión de recetas de Texas. Ivey dijo que este requisito podría ser particularmente gravoso para los hospitales rurales con recursos limitados.
“Puede que los hospitales pequeños no quieran pasar por eso, porque hay que contabilizarlo todo”, dijo. “Pueden optar por no tenerlo en absoluto si no hacen obstetricia - pero si alguien se presenta en la sala de emergencias, lo que puede suceder en una zona rural, y termina dando a luz al bebé, entonces, incluso si el médico sabe exactamente qué hacer, no van a tener las herramientas para hacerlo”.