El miércoles por la mañana, a solo unas cuadras del puente internacional en el centro de El Paso, Henri e Irene, de 25 y 24 años, respectivamente, se sentaron en un banco del parque planeando sus próximos pasos, sin dinero ni un lugar donde quedarse.
Los migrantes, que pidieron que no se usaran sus apellidos, dijeron que dejaron su Nicaragua natal para buscar trabajo y escapar de la pobreza.
“Estamos tratando de averiguar qué hacer ahora”, comentó Henri, quien quiere llegar a Arkansas, donde tiene familia. “No tenemos dinero y estamos tratando de averiguar cómo conseguir un boleto de autobús”.
Incluso bajo el sol del oeste de Texas, la sensación térmica está a menos 30 grados Farenheit, y se esperaba que cayera por debajo del punto de congelación durante la noche. Henri e Irene solo tenían la ropa que llevaban puesta y cobijas proporcionadas por organizaciones benéficas de El Paso.
Mientras que un número récord de migrantes como Henri e Irene han llegado a El Paso en los últimos días, el gobernador Greg Abbott y el fiscal general Ken Paxton están intensificando su retórica sobre una "invasión" en la frontera sur al apuntar a organizaciones no gubernamentales que, según arguyen, podrían ser cómplices por ayudar a los migrantes.
En una carta a Paxton hecha pública el miércoles, Abbott cita informes de que las ONG pueden haber ayudado a los migrantes a cruzar a El Paso. Miles de migrantes han llegado a El Paso desde Ciudad Juárez en los últimos días, lo que ha desbordado los albergues y obligado a algunos solicitantes de asilo a dormir en la calle.
“Entendemos además que las ONG pueden estar involucradas en orquestar ilegalmente otros cruces fronterizos a través de actividades en ambos lados de la frontera, incluso en sectores distintos a El Paso” escribió el mandatario. “A la luz de estos informes, pido a la Oficina del Fiscal General de Texas que inicie una investigación sobre el papel de las ONG en la planificación y facilitación del transporte ilegal de migrantes ilegales a través de nuestras fronteras. Además, estoy listo para trabajar con usted para diseñar cualquier solución legislativa sensata que su oficina pueda proponer y que tenga como objetivo resolver la crisis fronteriza en curso y el papel que las ONG pueden estar desempeñando para alentarla”.
La oficina de Abbott no respondió cuando se le preguntó cuáles son los informes específicos que cita en su solicitud.
Más tarde el miércoles, Paxton afirmó que su oficina está investigando si los destinatarios de los fondos de la Texas Bar Foundation estaban usando el dinero para “apoyar la invasión de la frontera”. Su declaración agrega que tres organizaciones a las que su oficina envió "solicitudes para revisar" materiales e información incluyen American Gateways, Equal Justice Center y Tahirih Justice Center.
“Esta Administración no solo ha abdicado de su deber de asegurar la frontera, sino que también ha alentado activamente una invasión ilegal a los Estados Unidos”, afirmó Paxton, quien está bajo acusación formal por cargos de fraude de valores. “Además, parece que algunos grupos de Texas pueden estar facilitando la invasión. No lo toleraré”.
El Tahirih Justice Center es una organización nacional sin fines de lucro que ayuda a los migrantes que huyen de la violencia de género, y el Equal Justice Center es una organización con sede en Austin que representa los intereses de los trabajadores, independientemente de su estatus migratorio. American Gateways es una organización con sede en Texas que atiende a docenas de migrantes de condados del centro de Texas.
En un comunicado, Edna Yang, codirectora ejecutiva de American Gateways, señaló: “Durante más de 30 años, American Gateways ha brindado servicios legales confiables de alta calidad que siguen todas las pautas federales, estatales y locales. Hemos recibido una consulta de la oficina del Fiscal General y estamos brindando la información correspondiente”.
El Centro de Justicia Tahiriih y el Centro de Igualdad de Justicia no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Las acciones de Abbott y Paxton se dan una semana antes del fin programado del Título 42, una designación de salud pública que permite a los agentes fronterizos estadounidenses devolver rápidamente a los migrantes a México sin permitirles solicitar asilo. La administración Trump invocó el Título 42 en 2020 para contener la propagación de COVID-19, y fue mantenido vigente por el presidente Biden a pesar de la oposición de los Demócratas y varias organizaciones de derechos de los migrantes.
El mes pasado, un juez federal dictaminó que la política era “arbitraria y caprichosa” y ordenó a la administración Biden que dejara de aplicarla. La Casa Blanca apeló la decisión, pero sin una acción rápida de los tribunales, la política terminará de aplicarse el 21 de diciembre.
Sin un lugar a donde ir
Aunque no sabían qué les depararía en la semana, o incluso al día siguiente, Henri comentó que todavía estaba agradecido de haber llegado finalmente a los Estados Unidos después de un viaje de casi dos semanas.
“No me puedo quejar de mi vida. Estoy donde quiero estar, donde el [Señor] me trajo”, indicó.
Cuando se le preguntó a dónde irían más tarde o dónde dormirían, Henri simplemente respondió: “Donde podamos. Pero no me voy a quejar”.
Henri e Irene agregaron que ambos buscaban asilo en los Estados Unidos, lo cual es legal, aunque reconocieron que sería un proceso largo y difícil. Cuando se les preguntó acerca de su audiencia ante un juez de inmigración, el primer paso en lo que podría ser un proceso de años, ambos se encogieron de hombros.
“No nos dijeron. Simplemente nos soltaron y no dijeron nada. Pero está aquí en alguna parte”, agregó Henri, refiriéndose a la bolsa de plástico que contenía sus documentos. “Pero no he tenido la oportunidad de” pensar en eso.
Justo al otro lado de la calle, donde las cajas de cartón contenían más cobijas, almohadas y ropa gratis, Daniel, de 19 años, y Dilon José, de 20, se encontraban en una situación similar.
Después de viajar desde Colombia, durmieron debajo de un paso elevado de la autopista durante la noche y no habían comido desde la madrugada del martes, según explicaron.
“No queremos quedarnos en El Paso, pero no tenemos dinero”, aclaró Daniel. “Estamos esperando a ver qué pasa, o si podremos encontrar un trabajo”.
Ambos precisaron que no buscaban asilo, sino que querían trabajar durante unos años y luego regresar a Colombia. Aseguraron que tenían la esperanza de que eso sucediera, pero su preocupación inmediata era qué hacer a continuación.
“Todavía estamos congelados, mira mis manos”, describió Daniel mientras sostenía un cigarrillo con los dedos secos y rígidos. “Queremos viajar [al norte], pero no tenemos dinero.
Problemas comerciales
En respuesta al aumento de migrantes que ingresan a El Paso, el Departamento de Seguridad Pública de Texas dijo el martes que nuevamente estaba realizando inspecciones de seguridad "mejoradas" de los camiones con remolque que cruzan a Texas desde México.
El DPS de Texas enfatizó que la agencia no discutirá los detalles operativos, pero espera que las inspecciones “ayuden a disuadir la actividad de contrabando de cárteles a lo largo de nuestra frontera sur”.
“A los cárteles no les importa la condición de los vehículos que envían a Texas más de lo que les importan las vidas humanas que meten en los camiones con remolque o las que se pierden por una sobredosis de fentanilo”, expuso la agencia en un comunicado.
En abril, Abbott ordenó inspecciones a fondo de los vehículos comerciales que ingresan a Texas en respuesta al plan de la administración Biden de poner fin al Título 42. Las inspecciones provocaron demoras que excedieron las 12 horas en algunos puertos y provocaron pérdidas de miles de millones de dólares para la economía estatal. Si bien el alcance de la operación actual no está claro, la frustración ya está aumentando, de acuerdo con lo que el New York Times reportó, citando a los conductores a los que les preocupaba estar en la fila durante días.
Más tarde se informó que durante la operación de abril, los oficiales del DPS no encontraron drogas, armas o migrantes, según The Texas Tribune. Abbott ha sostenido que el esfuerzo también se orientó hacia la seguridad de los vehículos.
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Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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