El martes será el primer día de regreso a la escuela en Uvalde, Texas, desde que un hombre armado mató a 19 niños y dos maestras en mayo de este año.
El tiroteo en la Escuela Primaria Robb estremeció a la ciudad y a la nación cuando se conoció por primera vez la noticia del alto número de muertos, y luego nuevamente cuando la gente se enteró de que las fuerzas del orden público tardaron más de una hora en enfrentar al tirador.
El regreso a clases es una oportunidad para que los estudiantes vean amigos y vuelvan a la rutina. Pero también trae de vuelta el miedo y el trauma a los afectados por la tragedia.
La opción virtual
Adan y Raquel Martinez tienen cuatro hijos y otro que viene en camino. Su hijo Zayon, de 8 años, estaba en Robb Elementary durante el tiroteo.
“Se encerraron, y él estuvo debajo de su escritorio bastante tiempo esperando y estaba llorando y los niños lloraban. Y aparentemente, escucharon algunos disparos que sonaron como fuegos artificiales”, dijo Adam Martinez, sentado en la mesa de su comedor la semana antes de que comenzaran las clases.
Durante las primeras semanas posteriores, Zayon estuvo triste y no jugaba mucho. Para ayudarlo a sobrellevar la situación, sus padres le compraron un conejillo de indias.
“Había estado queriendo algún tipo de mascota”, señaló Martinez. “Realmente lo ayudó porque siempre está jugando con él”.
Zayon nombró al conejillo de indias Max. A medida que pasaba el verano, Martinez expuso que su hijo comenzó a bromear nuevamente ya jugar más.
“Pero hay algunas cosas que lo provocan, como los ruidos fuertes. Quiere que la puerta esté cerrada con llave todo el tiempo y antes nunca se preocupó realmente de que las puertas estuvieran cerradas con llave”, señaló Martinez.
Zayon también tiene pesadillas y problemas para dormir. Y no está solo. Muchos niños y padres todavía expresan miedo.
Para ayudar a la comunidad a sentirse más segura, el distrito escolar de Uvalde está instalando cercas de 8 pies alrededor de las escuelas. Han contratado monitores del campus para recorrer los pasillos y revisar las puertas para asegurarse de que estén cerradas con llave y 33 policías estatales estarán estacionados en las escuelas este año para brindar seguridad adicional.
Esas medidas hicieron que Martinez se sintiera mejor acerca de enviar a sus hijos de vuelta a la escuela. Pero Analiyh y Zayon les comentaron a sus padres que están asustados porque no confían en que la policía los protejerá.
“Están preocupados por si vuelve a suceder, ocurrirá lo mismo y no entrarán al lugar, no los protegerán. Por lo tanto, no importa qué tan alta sea la cerca o cuántos policías haya. No se sienten cómodos en este momento”, enfatizó Martinez.
La junta escolar de Uvalde despidió al jefe de policía de la escuela que estuvo al mando durante el tiroteo, pero los demás oficiales del distrito siguen en funciones. Y es probable que algunos de los policías estatales asignados para proteger las escuelas de Uvalde este año también estuvieron en el lugar de los hechos en mayo pasado.
“Me gustaría poder decirles 'bueno, esos policías se han ido, hijo. No volverán, ¿sabes? Pero no puedo. Son los mismos policías, esos mismos policías van a estar allí”, señaló Martinez.
Así que, Adam y Raquel decidieron inscribir a Zayon y a su hija Analiyh, de 12 años, en la nueva opción virtual que ahora ofrece el distrito escolar de Uvalde.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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