La máxima diplomática de México, Alicia Bárcena, y el Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se reunieron la semana pasada para discutir la barrera flotante que fué colocada en el Río Grande por el gobernador Greg Abbott.
Por su parte, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, exigió que se removieran las boyas, describió la barrera como "inhumana" y dijo que el Gobernador Greg Abbott estaba violando la "soberanía y los derechos humanos" de México.
La semana pasada, durante la visita de la Ministra de Relaciones Exteriores de México a Washington D.C. para conversaciones bilaterales, también exigió la eliminación de las boyas.
Bárcena afirmó que las boyas están en territorio mexicano y explicó que la situación es muy delicada "porque está realmente en la frontera, en nuestros ríos, el Río Bravo, en el Río Grande, pero la mayor parte de las boyas están del lado mexicano."
Cuando se le preguntó por qué México no retira las boyas si están en el lado mexicano del río, Bárcena dijo que están dispuestos a ver cómo se resuelve la demanda de la administración Biden contra Abbott.
Pero no van a esperar mucho tiempo para una resolución.
Bárcena explicó "nuestra demanda es que se retiren éstas boyas, nosotros ya hemos presentado dos notas diplomáticas que han sido acogidas por el gobierno federal. Ésta es una acción del gobierno estatal, pero obviamente se está incurriendo en un problema ya no de carácter sólo estatal sino realmente fronterizo." y comenta que espera tener buenas noticias en este próximo mes.
Se ha fijado una audiencia para el 22 de agosto para la demanda federal.
Esa demanda pide la eliminación de las boyas en diez días.
Si el Departamento de Justicia gana rápidamente el caso, la barrera permanecerá en el Río Grande al menos hasta el primero de septiembre.
Pero con las probables apelaciones, las boyas podrían permanecer allí mucho más tiempo.
Este retraso podría ser más de lo que México está dispuesto a tolerar, y el país aún no ha descartado la posibilidad de retirar las boyas del río por sí mismo.
Pero si eso sucediera, podría provocar un enfrentamiento histórico entre Texas y México, algo que no se ha visto desde la batalla de San Jacinto.
