El Departamento de Agricultura de Estados Unidos anunció esta semana el cese de la inspección de aguacates y mangos importados del estado mexicano de Michoacán, el mayor productor mundial y una entidad plagada de violencia.
El USDA no ha proporcionado un cronograma sobre cuándo podrían reanudarse las inspecciones, afirmando que “los programas permanecerán en pausa hasta que se revise la situación de seguridad y se establezcan protocolos y salvaguardias para el personal.”
La decisión se tomó luego de que dos de sus empleados fueron “recientemente atacados y detenidos mientras realizaban su trabajo en el estado de Michoacán inspeccionando aguacates,” dijo el embajador estadounidense Ken Salazar.
Los detalles del incidente aún no están claros, pero el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, explicó a la prensa local que la situación comenzó durante una protesta en Paracho el viernes pasado cuando dos inspectores quedaron atrapados en medio de un altercado. El mandatario estatal enfatizó que nunca estuvieron en peligro ni detenidos y que pronto retomaron su camino.
La medida del USDA podría eventualmente resultar en precios más altos para los consumidores, ya que el flujo de aguacates de México a Estados Unidos se desacelerará en los próximos días. Estados Unidos importó un récord de 2.78 mil millones de libras de esta fruta en 2023, donde el 89% de las importaciones provino de México.
La pausa también generó preocupaciones sobre la posible escasez y el aumento de precios de estas populares frutas, especialmente los aguacates, que se han convertido en un alimento básico en la dieta de muchos estadounidenses. Y en México ambos productos tendrán que entregarse para consumo nacional.
Ismael Escobar, agricultor y productor de aguacate, afirmó a TPR que intentará sostener la cosecha de aguacate.
“Si los corto ahora, se venderán a la mitad de precio,” expresó Escobar, y agregó que la pausa del USDA se sumará a las dificultades que han estado experimentando los productores debido a la sequía. “No ha llovido. Anoche tuvimos las primeras lluvias,” explicó.
En medio de los problemas de violencia que provocaron la suspensión de las exportaciones de México, los agricultores de Michoacán también han estado luchando contra la escasez de agua.
Muchos agricultores “se han visto obligados a vender al mercado nacional,” comentó una michoacana que trabaja en la Asociación de Productores y Empaquetadores de Exportación de México. “Antes era más fácil. Ahora encontrar agua, incluso para consumo humano, es una odisea,” añadió.
La temporada de lluvias que solía comenzar a mediados de mayo continúa retrasándose mientras los pequeños productores tienen dificultades para pagar las extorsiones que exigen las bandas criminales.
Esta no es la primera vez que Estados Unidos detiene las importaciones desde Michoacán; en 2020 y 2022 los agricultores recibieron amenazas y un grupo armado también quemó cargamentos de aguacate.
La industria del aguacate, valorada en 3,000 millones de dólares, ha sido el principal objetivo de los cárteles durante la última década. Las extorsiones son una parte principal del negocio de los grupos delictivos que luchan por el control de todos los aspectos del comercio del aguacate, desde los agricultores hasta los empacadores y los conductores e inspectores estadounidenses.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
TPR fue fundado y es apoyado por nuestra comunidad. Si usted valora nuestro compromiso con los más altos estándares de periodismo responsable y puede hacerlo, por favor considere hacer su regalo de apoyo hoy.