Soldados de la Guardia Nacional de Texas impiden que los agentes de la Patrulla Fronteriza lleguen a parte de la frontera en Eagle Pass. Este es el último desafío de Texas a las autoridades federales en materia de inmigración. Ahora algunos Demócratas de la delegación del Congreso de Texas están reflexionando sobre formas de aplicar la ley federal.
Una mujer migrante y sus dos hijos se ahogaron mientras intentaban cruzar el Río Grande en Eagle Pass la semana pasada.
El Departamento de Seguridad Nacional dijo que los agentes de la Patrulla Fronteriza no pudieron realizar operaciones de rescate porque se les negó el acceso al río en Shelby Park. Días antes, el gobernador Greg Abbott ordenó la toma de esa zona utilizando tropas de la Guardia Nacional, supuestamente para disuadir los cruces ilegales.
La Constitución de los Estados Unidos otorga al gobierno federal la autoridad para regular la inmigración y gestionar la frontera.
“Está claro que el gobernador Abbott está intentando utilizarlos para interferir con la aplicación de la ley estadounidense. Las tropas de la Guardia Nacional no pueden usarse de esa manera”, aseguró a TPR el Representante estadounidense Joaquin Castro (D-TX).
La administración Biden envió una carta de cese y desistimiento a los funcionarios de Texas el domingo, pero estos se negaron a cumplir. Castro y su colega congresista Demócrata Henry Cuellar han pedido a la administración Biden que restablezca el acceso de agentes de la Patrulla Fronteriza al río.
“Creo que, en este momento, el presidente no tiene más opción que considerar federalizar la Guardia Nacional de Texas”, advirtió Castro.
La Guardia Nacional es una entidad única porque responde a los gobiernos estatal y federal. Las tropas pueden ser movilizadas por el gobernador del estado o el presidente, según sea necesario. El personal de la Guardia Nacional que restringe el acceso a Shelby Park está bajo órdenes estatales como parte de la Operación Estrella.Solitaria, la amplia iniciativa de seguridad fronteriza de Abbott.
En teoría, el presidente o el secretario de la Defensa podrían reasignar esas tropas a una misión federal.
“Existe una variedad de estatutos que permiten al presidente federalizar la Guardia Nacional en diferentes circunstancias. Pero la única que se aplicaría claramente en este caso es la Ley de Insurrección”, afirmó Joseph Nunn, abogado del Programa de Libertad y Seguridad Nacional del Centro Brennan.
Nunn describió la Ley de Insurrección como una “bomba nuclear escondida en el Código de los Estados Unidos” y explicó que usarla sería políticamente costoso.
“La Ley de Insurrección otorga al presidente discreción exclusiva para decidir si se cumplen los criterios para invocarla”, explicó. "Literalmente, no existen salvaguardias para evitar que se abuse de esto".
Históricamente, dijo Nunn, los presidentes sólo han invocado la ley para federalizar las tropas de la Guardia Nacional como último recurso. Ese fue el caso en 1957, cuando el presidente Dwight D. Eisenhower movilizó a la Guardia Nacional de Arkansas para hacer cumplir un fallo de la Corte Suprema sobre la abolición de la segregación.
"Si analizamos cómo se ha utilizado en el pasado y para qué está destinado... En esta etapa, esa [decisión de federalizar] sería prematura", añadió.
La administración Biden ya ha presentado dos demandas por las políticas fronterizas de Abbott, y Nunn señaló que todavía hay margen para litigar antes de recurrir a ese tipo de acción.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
TPR fue fundado y es apoyado por nuestra comunidad. Si usted valora nuestro compromiso con los más altos estándares de periodismo responsable y puede hacerlo, por favor considere hacer su regalo de apoyo hoy.
