Una nueva demanda judicial contra la Administración Federal de Aviación (FAA son sus siglas en inglés) pidió a la agencia que reconsiderara la licencia de lanzamiento que emitió a SpaceX hace casi tres semanas.
Cinco grupos, el Centro para la Diversidad Biológica, American Bird Conservancy, Surfrider Foundation, Save RGV y Carrizo Comecrudo Tribe of Texas, fueron parte de la demanda presentada el lunes.
La demanda quiere que la FAA emita un análisis ambiental más completo de los lanzamientos de cohetes Starship de SpaceX. La acción legal se produjo más de una semana después de que SpaceX lanzó un prototipo de Starship, el cohete más grande y poderoso jamás creado, desde sus instalaciones en el sur de Texas.
El lanzamiento esparció escombro durante casi una milla en todas direcciones en la playa de Boca Chica, además de enviar una nube de arena, tierra y concreto pulverizado a Port Isabel, a unas cinco millas de distancia.
La licencia de lanzamiento de la FAA permite a SpaceX lanzar 20 prototipos de Starship desde las instalaciones de Boca Chica por año durante los próximos cinco años. Los abogados del grupo alegaron que el requisito de brindar 75 esfuerzos de mitigación según lineamientos de la FAA de SpaceX es insuficiente para evitar daños a la vida silvestre o al medio ambiente circundante.
Los escombros del lanzamiento y el daño ambiental que ocurrió no fueron el foco de la demanda, pero ayudaron a facilitar el motivo de dicha acción legal, dijeron los abogados.
“El daño que ocurrió con este lanzamiento simplemente corrobora nuestra posición”, explicó Jared Morgalis, abogado principal del Centro de Diversidad Biológica. “Apoya la afirmación de que necesitaban hacer más para estudiar los impactos de estos lanzamientos para mitigarlos”.
La demanda mencionó varios problemas en torno a los cuales los organizadores locales, estatales y nacionales han llamado la atención desde la inauguración de SpaceX en 2014, incluida la frecuencia con la que se cierra la playa de Boca Chica y su lugar en las tierras sagradas de la tribu Carrizo Comecrudo.
“Boca Chica es fundamental para nuestra historia de creación”, señaló en un comunicado Juan Mancias, presidente tribal de la Nación Carrizo/Comecrudo de Texas. “Pero nos han aislado de la tierra en la que vivieron nuestros antepasados durante miles de años debido a SpaceX, que está utilizando nuestras tierras ancestrales como zona de sacrificio para sus cohetes”.
Margolis creía que SpaceX presionó a la FAA para que permitiera que la compañía emitiera una Evaluación Ambiental menos intensiva sobre la Declaración de Impacto Ambiental (EIS son sus siglas en inglés) más completa, que tardaría años en terminarse.
La demanda decía que se planeó un EIS para el programa Starship de SpaceX en Boca Chica, basado en un correo electrónico del "Jefe de Gabinete de la Oficina de Transporte Espacial Comercial" de la FAA, pero la decisión finalmente "se aplazó para SpaceX". Luego, la agencia completó una evaluación ambiental de su propio proyecto bajo la supervisión de la FAA.
“Estamos hablando de una corporación gigante con bolsillos muy profundos, con mucha influencia política”, argumentó Margolis. “Y presionaron mucho para que esto avanzara lo más rápido posible. Y la FAA, desafortunadamente, considera que su trabajo es apoyar a SpaceX en lugar de proteger a las comunidades y la vida silvestre del evidente daño que ocurrió con este lanzamiento, pero también con varios otros lanzamientos anteriores”.
Un portavoz de la FAA se negó a decir cuándo la agencia responderá la demanda.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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