La Corte Suprema de Estados Unidos ha, esta semana, acabado con la política conocida como acción afirmativa, el programa que originalmente ofrecía oportunidades de trabajo y educación a razas de minoría.
El objetivo de compensar las desigualdades históricas y promover la diversidad en espacios tradicionalmente dominados por personas blancas en el país ha llegado a su fin con esta decisión.
Esto podría poner fin a la capacidad de las universidades de considerar la raza como uno de los muchos factores al decidir qué solicitantes calificados serán admitidos.
El Presidente del Tribunal, John Roberts, un crítico de esta política, afirmó que las instituciones educativas deben utilizar criterios que no consideren el color de la piel en las admisiones.
Por otro lado, la jueza Sonia Sotomayor escribió que con esta decisión, La Corte subvierte la garantía constitucional de igual protección al afianzar aún más la desigualdad racial en la educación.
Las decisiones podrían tener repercusiones no sólo en universidades, sino en la educación primaria, secundaria y preparatoria, así como en programas de becas y empleos.