Hoy se cumple un año desde el día en que 53 migrantes murieron sofocados en la caja de un tráiler en San Antonio, en lo que ha sido el caso de tráfico de migrantes más mortal en la historia de Estados Unidos.
A lo largo de la carretera Quintana todavía se encuentra un monumento improvisado con 53 cruces.
Cada cruz tiene el nombre de una víctima, una bandera de su país de origen y un espacio para dejar velas y otros recuerdos.
Sus nombres están escritos en un mural junto a las cruces, y detrás de él se encuentra un letrero que dice "Sueño Americano".
Un grupo de voluntarios locales que ha estado trabajando para mantener el memorial celebró una vigilia de oración el domingo, soportando el calor que superaba los 37 grados Centígrados, o 100 grados Fahrenheit.
En el año transcurrido desde la tragedia, se han encontrado docenas de migrantes más en vagones de tren sofocantes en el sur de Texas, ya que para muchos es la única opción ante la falta de una vía legal hacia la ciudadanía.
