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El Puente Internacional Del Río se reabrió a los viajes esenciales y al comercio.
Más de $2.8 mil millones en bienes pasaron por el puente entre Del Río, Texas y Ciudad Acuña, México desde enero. Se cerró durante más de una semana cuando hasta 16,000 migrantes, en su mayoría de Haití, establecieron un campamento improvisado debajo del puente.
La semana pasada, el gobierno de Estados Unidos reubicó a miles de migrantes, muchos en vuelos de regreso a Haití, y el enorme campamento quedó vacío.
Luis Ángel Urruza, presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Ciudad Acuña, señaló que la reapertura no pudo haber llegado lo suficientemente pronto porque cualquier demora más hubiera sido un desastre económico.
“Habría habido un colapso enorme e inmediatamente cerrarían las pequeñas empresas”, anotó.
Este fin de semana, la policía mexicana en Ciudad Acuña empujó a los migrantes fuera de un campamento a un refugio temporal.
TPR habló con una mujer haitiana en el campamento llamado Betania. Por temor a represalias, nos pidió que solo usáramos su nombre de pila. Betania comentó que la policía mexicana la pone nerviosa.
“Realmente no se puede dormir en el campamento. Estoy solo en manos de Dios”, explicó.
Unos 250 migrantes haitianos finalmente aceptaron dejar su campamento instalado en un parque público en Ciudad Acuña e ir al “Salón Fandango”, un lugar de eventos abandonado donde encontraron ahí alojamiento.
The Mexican immigration authorities have offered the Haitian population from the Ciudad Acuña camp to relocate here. El Salón Fandango, an old dance hall now in ruins #Haitians #Migration pic.twitter.com/aNSWRdkseH
— Stephania Corpi (@StephCorpi) September 24, 2021
Sin embargo, cuando la primera furgoneta llegó al refugio temporal, gran parte del edificio carecía de techo. No había duchas. Los colchones llegarían más tarde ese día.
Gerardo Ledesma, pastor de Casa de Alabanza, llevó comida a los migrantes en el albergue.
"Veo la necesidad. Las autoridades no han brindado el apoyo hasta ahora que los han trasladado aquí", explicó a TPR.
Ledesma acusó a los gobiernos de Estados Unidos y México de apresurarse a despejar los campos y acosar a los migrantes.
Estos migrantes fueron parte de un éxodo anterior de Haití a América Central y del Sur.
La pregunta ahora es si más inmigrantes haitianos intentarán dirigirse hacia el norte.
Una indicación temprana proviene de América Central. Cada día, se estima que 2,500 haitianos llegan por tierra a Panamá procedentes de América del Sur. Desde allí, muchos continúan hacia México, y esperan llegar a los Estados Unidos.
El enviado especial de Estados Unidos a Haití, Daniel Foote, renunció en protesta por el manejo del gobierno federal de la situación en Del Río.
En mayo, la administración Biden otorgó a los haitianos que viven dentro de los Estados Unidos Estatus de Protección Temporal (TPS). Desde entonces, la nación isleña ha sido devastada por disturbios políticos y un terremoto. Sin embargo, la administración dijo que el TPS no aplicará a los ciudadanos haitianos que han intentado viajar a Estados Unidos después de mayo.
La administración Biden ha enviado a muchos de los migrantes en vuelos de regreso a Haití bajo una política de la era Trump de expulsarlos con el fin de detener la propagación de COVID-19. Los activistas por los derechos de los inmigrantes consideran que esta política es ilegal porque las expulsiones no permiten un proceso de asilo legal y los inmigrantes no tienen más probabilidades de propagar enfermedades que cualquier otra persona.