La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC son sus siglas en inglés) exigió el miércoles "plena transparencia y rendición de cuentas" por la muerte de la marinera Angelina Resendiz, una marinera de la Marina de 21 años que desapareció el 29 de mayo.
El cuerpo de Reséndiz fue encontrado en una zona boscosa el 10 de junio cerca de la Estación Naval de Norfolk, 12 días después de que se reportara su desaparición. Un sospechoso se encontraba bajo custodia.
Sirvió en la Marina como especialista culinaria.
En una declaración previa a su conferencia de prensa en Washington D.C., LULAC afirmó que «la gestión de la Marina de su desaparición ha suscitado serias preocupaciones, estableciendo dolorosos paralelismos con el caso de 2020 de la especialista del Ejército Vanessa Guillén, cuya muerte reveló de manera similar profundas fallas en la respuesta militar y la comunicación con las familias».
Guillén fue asesinada en Fort Hood en 2020, y su asesinato provocó un cambio en la forma en que el ejército maneja los casos de agresión sexual y asesinato.
En una conferencia de prensa, la madre de Reséndiz, Esmeralda Cantú Castle, estuvo junto al director ejecutivo de LULAC, Juan Proaño, y funcionarios del American GI Forum y de Veteranos de Irak y Afganistán de Estados Unidos, entre otros.
“En lugar de tratar a Angie como una persona desaparecida en peligro”, dijo Proano, “la Marina la reportó como ausente sin permiso y esperó seis días para emitir una alerta de persona desaparecida”.
LULAC agregó que envió una carta al Secretario de la Marina, John Phelan, sobre el caso Resendiz, y también contactó al Departamento de Defensa y a los Comités de Servicios Armados de la Cámara de Representantes y el Senado.
"La organización exige una investigación completa e independiente, rendición de cuentas del personal de mando, transparencia con la familia Resendiz y reformas para prevenir futuras tragedias", añadió el comunicado de LULAC.
La Marina de Estados Unidos no respondió a la solicitud de comentarios de TPR.
El soldado del ejército Aaron Robinson es sospechoso de asesinar a Guillén en una sala de armas de la base en 2020. Las autoridades federales y estatales creen que Robinson golpeó a Guillén con un martillo y posteriormente desmembró y quemó su cuerpo. Robinson murió de una herida de bala autoinfligida cuando la policía se le acercó en julio de 2020.
Cecily Aguilar, mujer de Killeen y novia de Robinson, ayudó a mutilar y ocultar los restos de Guillén, según documentos judiciales. También destruyó importante evidencia digital del caso y falsificó sus declaraciones a los investigadores federales.
El 29 de noviembre de 2022, Aguilar se declaró culpable de un cargo de complicidad en homicidio posterior y tres cargos de falsa declaración o representación. En agosto de 2023, fue condenada a 30 años de prisión por su participación en la muerte de Guillén.
El motivo del asesinato de Guillén no estaba claro. Un informe del Ejército emitido en abril de 2021 indicó que Guillén había sido acosado sexualmente, pero no por Robinson. Robinson fue acusado de acoso sexual en un caso no relacionado.
Su muerte desató un debate nacional sobre la violencia y la conducta sexual inapropiada en las fuerzas armadas. Desde entonces, las fuerzas armadas han transformado su gestión de los delitos sexuales y otras investigaciones penales.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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