La magnitud de las pérdidas causadas por las inundaciones mortales del jueves por la mañana en San Antonio siguió aumentando. El Departamento de Bomberos (SAFD son sus siglas en ingles) de San Antonio confirmó el viernes que 10 personas murieron y siguen buscando a otros desaparecidas.
En una declaración, el oficial de información pública Joe Arrington agregó que "los principales esfuerzos de búsqueda se centran en Salado Creek (evento de Perrin Beitel) y Leon Creek cerca de las áreas de la autopista 90 y Callaghan Rd".
También dijo que SAFD había solicitado "asistencia de búsqueda y rescate urbano al Grupo de Trabajo 1 de Texas A&M y al menos 40 especialistas de búsqueda altamente capacitados" para ayudar en las operaciones de recuperación.
Si alguien creía que un ser querido estuvo involucrado en la inundación y no podía ser localizado, Arrington le animó a llamar al Departamento de Policía de San Antonio al 210-207-4817.
SAFD confirmó que varios vehículos fueron arrastrados fuera de la carretera de acceso Loop 410 hacia Beitel Creek alrededor de las 5 a.m.
El Departamento de Policía de San Antonio dijo que las aguas de la inundación empujaron a 19 personas y 15 vehículos al agua.
En toda la ciudad, se realizaron 65 rescates acuáticos. El departamento de bomberos indicó que la mayoría de los rescates consistieron en equipos que asistían a conductores de vehículos en aguas altas, pero calificó algunos de ellos como "angustiosos", ya que los equipos entraron en aguas rápidas.
Se registraron vientos de 60 millas por hora y granizo del tamaño de un centavo en Grey Forest. Un pequeño tornado causó daños menores a pocos kilómetros al sureste de Wimberley.
CPS Energy informó de que unos 30,000 residentes se quedaron sin electricidad tras el paso de lo peor de la tormenta.
San Antonio ha entrado en su sexto año de sequía.
Se esperaba que este fin de semana fuera mayormente soleado y caluroso después de una semana de días refrescados por la lluvia y los cielos nublados.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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