Un gran jurado acusó el jueves al exjefe de policía de la escuela de Uvalde, Pete Arredondo, y al exoficial Adrián Gonzales por su papel en la respuesta fallida al tiroteo de la primaria Robb de 2022.
Las acusaciones, comunicadas por primera vez por el San Antonio Express News, son los primeros cargos penales presentados contra las fuerzas del orden desde el tiroteo que mató a 19 estudiantes y dos maestras.
Las familias de las víctimas han estado pidiendo responsabilidad policial a nivel local, estatal y federal desde que las acciones de las autoridades salieron a la luz en los días posteriores al tiroteo.
Fueron 376 agentes quienes estaban en la escena y esperaron más de una hora para enfrentarse al pistolero. Eso incluía 150 agentes de la Patrulla Fronteriza de EE. UU., 91 agentes del DPS, 25 agentes de policía de Uvalde, 16 ayudantes del sheriff y cinco agentes del Distrito Escolar Independiente Consolidado de Uvalde.
Arredondo era el presunto comandante del incidente ese día, pero no mostró entrenamiento en comando de incidentes, según el informe del Departamento de Justicia en una revisión de incidentes críticos de principios de este año.
Arredondo y Gonzales fueron acusados de abandonar y poner en peligro a un menor de edad, lo cual es un delito grave.
La Oficina del Sheriff del Condado de Uvalde confirmó que Arredondo se entregó el jueves por la tarde.
La fiscal de distrito del condado de Uvalde, Christina Mitchell, no respondió a la solicitud de TPR de comentar sobre las acusaciones.
Ella le dijo al Express News que no pudo comentar sobre las acusaciones más allá de agradecer al gran jurado por su trabajo. "Se reunieron durante seis meses. Examinaron detenidamente el caso y fueron muy deliberados y reflexivos en todas sus deliberaciones," dijo.
Adam Martinez es residente de Uvalde y padre del sobreviviente del tiroteo en la escuela primaria Robb. Dijo que todavía está procesando la noticia de sus acusaciones.
"Él era el comandante del incidente en ese momento, y fue la decisión correcta. Ahora es sólo un juego de espera para ver quién más será acusado. Es un poco de justicia para los 21," dijo Martínez.
Agregó que cualquiera que tuviera capacitación y no siguiera el protocolo debía ser despedido, como mínimo.
"No sé si hay un número o cuántos harían feliz a la gente", dijo Martínez. "Pero creo que esto es algo enorme y es un comienzo."
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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