CIUDAD DE MÉXICO — El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, puede haber sido uno de los últimos líderes mundiales en felicitar al presidente Biden cuando asumió el cargo, pero dos días de conversaciones ayudaron a dar un giro en lo que al principio fue una relación incómoda.
Los líderes encontraron puntos en común sobre la migración, la integración económica y la prohibición del fentanilo. López Obrador, conocido por ser recalcitrante, terminó sus reuniones con nada más que elogios para Biden, particularmente en temas relacionados con la migración a través de la frontera que separa a sus países.
“Usted es el primer presidente de los Estados Unidos en mucho tiempo que no ha construido ni un metro de muro. Se lo agradecemos, señor”, dijo López Obrador, elogiando al final a Biden como “un hombre con convicción” durante la Cumbre de Líderes de América del Norte.
Eso fue un cambio de tono significativo, observó Rafael Fernández de Castro, director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego.
“La relación personal de Biden y López Obrador está dando un giro completo, de ser un poco distante hace dos años, con AMLO tardando mucho en reconocer a Biden y felicitarlo, a ahora que lo abrazó de una manera muy cordial y política”, observó Fernández de Castro.
El deshielo viene a raíz de un nuevo programa que anunció Biden antes de su viaje que permitirá que hasta 30,000 migrantes de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití vivan y trabajen temporalmente en los Estados Unidos, siempre que soliciten asilo desde fuera del país, entre otras condiciones.
López Obrador elogió el programa y alentó a Biden a trabajar con el Congreso en un camino hacia la ciudadanía para los mexicanos que han vivido y trabajado en los Estados Unidos durante años después de cruzar la frontera ilegalmente.
En esta visita Biden recuperó el tiempo perdido con López Obrador
López Obrador optó por boicotear una gran cumbre regional organizada por Biden en Los Ángeles el verano pasado. En una reunión en la Oficina Oval el verano pasado, el líder izquierdista abordó algunos temas políticamente delicados, como los precios de la gasolina en los Estados Unidos.
Biden, quien pone mucho énfasis en el desarrollo de relaciones personales con líderes mundiales, ha pasado mucho menos tiempo con López Obrador que con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien ha trabajado con Biden en temas del G-7 y el G-20, y se unió a los líderes en la Ciudad de México.
La Casa Blanca se esforzó en este viaje para apoyar al mandatario mexicano con uno de los problemas políticos internos que enfrenta López Obrador, aterrizando el Air Force One en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en lugar del más conveniente y céntrico Aeropuerto Internacional Benito Juárez.
López Obrador estuvo allí para saludar a Biden en la pista.
Biden "tuvo la oportunidad de viajar con el presidente López Obrador desde el aeropuerto de regreso a la ciudad, lo que les dio la oportunidad de conversar uno a uno sobre cómo ven el mundo en este momento, qué tienen en mente", explicó a los periodistas el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan. "Creo que ambos sacaron mucho provecho de esto", expresó.
Las reuniones en la Ciudad de México tuvieron un comienzo incómodo
Las conversaciones de Biden tuvieron un comienzo accidentado el lunes, cuando lo que se suponía que serían breves cortesías iniciales se convirtió en un debate polémico sobre la historia del apoyo de Estados Unidos a América Latina.
López Obrador le comentó a Biden que Estados Unidos había hecho poco para apoyar el desarrollo en América Latina desde el gasto de la "Alianza para el Progreso" del presidente John F. Kennedy a principios de la década de 1960.
“Esto ha sido lo único importante, realmente, que se ha hecho en materia de cooperación para el desarrollo en nuestro continente en más de medio siglo”, consideró López Obrador.
“Este es el momento de que nos decidamos a acabar con este abandono, este desdén y este olvido de América Latina y el Caribe”, reiteró.
Biden no estuvo de acuerdo con eso, señalando que el gobierno de los Estados Unidos ha gastado "decenas de miles de millones de dólares en este hemisferio" durante los últimos 15 años. “Estados Unidos brinda más ayuda exterior que cualquier otro país, casi combinado, en el mundo, no solo al hemisferio, sino a todo el mundo”, respondió Biden a López Obrador.
"Desafortunadamente, nuestra respuesta simplemente no termina en el hemisferio occidental: está en Europa central. Está en Asia. Está en Medio Oriente. Está en África", agregó. "Ojalá pudiéramos tener un solo enfoque".
La sombra de Trump se cernía sobre las reuniones
La reunión de la Ciudad de México marcó la primera visita de un líder estadounidense al país desde la última visita del expresidente Barack Obama en 2014.
El expresidente Donald Trump abandonó en gran medida las cumbres periódicas con México y Canadá en medio de luchas por el comercio y la migración.
En comentarios al final de la cumbre, Biden describió los niveles de migración en el hemisferio como "sin precedentes" y señaló que visitó El Paso, Texas, antes de la reunión, una ciudad que ha tenido problemas con un gran número de migrantes.
“No podemos aislarnos de los problemas compartidos”, enfatizó Biden, en alusión al proyecto de muro fronterizo característico de Trump.
Trudeau de Canadá también hizo referencia a los aranceles y las políticas comerciales de Trump, sin nombrarlo.
"La gente recuerda lo que sucedió hace apenas unos años cuando la certeza de esta colaboración estaba en duda", recordó Trudeau. "Los inversores, las empresas, los trabajadores y los ciudadanos estaban preocupados por lo que sucedería", detalló, y señaló que "ganó el comercio libre y justo".
Trudeau concluyó diciendo que es importante que los tres países trabajen juntos en la economía ante la incertidumbre global, el aumento de líderes autoritarios y el encarecimiento de la vida.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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