Justo al otro lado de la frontera con el sur de Texas, cientos de migrantes viven en pequeños campamentos improvisados en distintos puntos de Reynosa, México.
Muchos esperan solicitar asilo en los EE. UU., pero están bloqueados, por ahora, por las restricciones fronterizas pandémicas conocidas como el Título 42, que permite a las autoridades de inmigración expulsar rápidamente a muchos migrantes sin permitirles solicitar asilo mientras están en los EE. UU.
Hay mucha confusión en el campamento sobre el Título 42 y si realmente terminará o no el 21 de diciembre, según lo ordenado por un juez federal.
"La gente sabe que no será fácil para nosotros", admite Nicodemus Pierre-Louis, originario de Haití. "Realmente no lo sabemos. Solo estamos esperando a ver qué va a pasar".
Otro haitiano, que se identifica solo por su primer nombre, Kendis, dice que está ansioso por cruzar la frontera en cuento den por terminado el Título 42.
"Necesito asilo”, argumenta en español. “Si se me permite solicitar asilo, me voy. No hay problema".
También hay cierta confusión de este lado de la frontera. El juez federal que ordenó el fin de dicha polìtica dictaminó que el Título 42 es ilegal. El fallo fue aclamado como una victoria por los defensores de los inmigrantes, quienes han argumentado durante mucho tiempo que el Título 42 tenía la intención de bloquear el acceso a las protecciones de asilo bajo el pretexto de proteger la salud pública durante las peores etapas de la pandemia.
Esta semana, la administración Biden indicó que apelará ese fallo, pero no buscará mantener el Título 42 mientras se desarrolla el caso. La apelación, en cambio, tiene como objetivo preservar la autoridad legal de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la agencia que instituyó originalmente la política, explica un funcionario de la administración que pidió no ser identificado porque no estaba autorizado para hablar sobre el tema.
Con las restricciones que se suspenderán en menos de dos semanas, funcionarios federales y locales se preparan para una afluencia de migrantes que han estado esperando en las comunidades fronterizas desde Reynosa hasta Tijuana. Ese plazo inminente también ha llevado al Congreso y la Casa Blanca a presentar propuestas para extender el Título 42 o limitar el acceso al asilo de otras maneras. Y los defensores de los inmigrantes afirman que les preocupa que el derecho a buscar asilo esté en peligro.
Comparaciones con las políticas de asilo de Trump
En particular, a los defensores les preocupa que la administración de Biden esté considerando una política de asilo similar a la ideada originalmente por la administración del expresidente Donald Trump, según lo informado por Axios y otros medios.
Esto se conocía como la prohibición de tránsito. Habría negado el asilo a los migrantes que ya habían pasado por otros países camino a los EE. UU. sin primero buscar protección en esos países. La medida finalmente fue bloqueada en la corte.
"Es profundamente decepcionante que incluso puedan estar considerando esta política", señaló Robyn Barnard, abogada de la organización sin fines de lucro Human Rights First durante una llamada con periodistas esta semana. "Si la administración comete el error de seguir este camino, lucharemos con uñas y dientes contra eso, nuevamente".
La Casa Blanca niega que las políticas que se discuten ahora funcionen de la misma manera que la prohibición de tránsito de Trump. La administración Biden prefiere comparar las propuestas consideradas con un nuevo programa para venezolanos que se anunció en octubre.
En ese caso, la administración creó una vía legal para hasta 24,000 venezolanos, pero solo calificaron aquellos que solicitaron desde fuera de los EE. UU. Al mismo tiempo, la administración comenzó a rechazar venezolanos bajo el Título 42 si cruzaban la frontera ilegalmente.
Sistema de asilo bajo presión
Los opositores de la inmigración han estado tratando durante años de limitar quién puede solicitar asilo. Argumentan que muchos migrantes están abusando del sistema estadounidense porque saben que podrán vivir y trabajar en el país durante años mientras esperan que sus solicitudes sean escuchados en la corte de inmigración.
“Si el sistema de asilo no se arregla, esto no terminará”, afirmó el Senador estadounidense Rob Portman, Republicano de Ohio, durante una audiencia en el Congreso a principios de este mes. “Tenemos una crisis. Y si no solucionamos esta crisis en la frontera, seguiremos viendo los mismos resultados”.
Eso hace eco de la retórica de la administración Trump, que intentó una amplia gama de políticas para limitar el acceso al asilo.
La administración Biden ha lanzado un nuevo sistema destinado a tramitar las solicitudes de asilo más rápidamente, con oficiales de asilo en el Departamento de Seguridad Nacional escuchando algunos casos inicialmente en lugar de enviarlos primero a jueces de inmigración que están saturados.
Pero esto todavía es un programa piloto relativamente pequeño, mientras que la cantidad de detenciones de migrantes subió a niveles récord el año pasado, agotando los recursos de las autoridades de inmigración y las comunidades fronterizas.
Una posible extensión del Título 42
Los Senadores estadounidenses Kyrsten Sinema, (que pronto será ex) Demócrata de Arizona, y Thom Tillis, Republicano de Carolina del Norte, al parecer quieren continuar con las restricciones del Título 42 temporalmente como parte de un acuerdo más amplio que también dedicaría más fondos para la seguridad fronteriza y crear un camino hacia la ciudadanía para los jóvenes migrantes conocidos como Dreamers.
Su propuesta tuvo una recepción fría por parte de los Republicanos del Senado, que quieren ver que las detenciones en la frontera bajen de sus máximos casi récord antes de considerar cualquier reforma al sistema migratorio.
Mientras tanto, los defensores de los migrantes dieron la bienvenida a la idea de negociaciones bipartidistas, pero no a la extensión del Título 42.
“Si seguimos tratando de extender el Título 42, solo estamos poniendo un curita en algo que simplemente necesita mucho más atención”, comentó Angela Kelley, exasesora de la administración de Biden que ahora forma parte de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración.
Muchos de los migrantes que llegan a la frontera huyen de estados fallidos en Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití, detalló Kelley. Ella quiere ver que la administración de Biden abra más vías legales para que estos migrantes no tengan que cruzar la frontera ilegalmente, citando como ejemplo el nuevo programa para venezolanos.
"Si crea vías legales para las personas, las personas preferirían venir con una visa que con un contrabandista", agregó Kelley, "en lugar de simplemente tratar de construir muros metafóricos o reales para mantener a la gente fuera. Eso no funcionará, no servirá".
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Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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