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Demandas y protestas: las cárceles del condado de Texas están a tope

my_southborough via Creative Commons

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Afuera del edificio Frank Crowley Courts en Dallas, media docena de personas con cubrebocas sostienen pancartas que cuestionan: “¿Dónde está nuestro pago por riesgo?" y "¡Alto a las horas extraordinarias obligatorias!"

“Es difícil para nosotros aquí”, reafirmó Markedra Benson, refiriéndose a su trabajo de 14 años como custodio en la cárcel del condado de Dallas.

Del puñado de manifestantes, ella es una de los pocos que dirán su nombre y mostrarán su rostro. Los demás se quitan la mascarilla y, a veces, se protegen la cara de las cámaras de la televisión local con sus letreros. Ellos aclararon que también son guardias en la cárcel del condado, pero agregaron que temían represalias por sus demandas de mejorar las condiciones de trabajo y reducir las horas extra.

“Estamos recibiendo un mandato (horas extra). Estamos cansados. No tenemos suficientes compañeros de trabajo aquí. Nuestros compañeros de trabajo se siguen y siguen contagiando de COVID”, explicó Benson en un video de la protesta de principios de octubre grabado por el sitio web Smash Da Topic.

“No queremos irnos a paro. Solo queremos llamar la atención de los jefes de la corte del comisionado, quien sea, incluso de otros condados, que pueda ayudarnos”, agregó.

Image from video of October protest at Frank Crowley Courts Building
Smash Da Topic
Image from video of October protest at Frank Crowley Courts Building

Durante 18 meses, el COVID-19 ha convertido las cárceles del condado de Texas en semilleros de enfermedades, y muchas de estas instalaciones que han batallado durante años están ahora al borde del colapso.

Se han gastado decenas de millones de dólares en horas extra para las cárceles de todo el estado mientras los condados luchan por contratar nuevos empleados y la gente deja esta profesión.

Las cárceles de todo el estado luchan por mantener su personal y se enfrentan con una gran población de reclusos e infecciones por coronavirus. Dado a la escasez de personal en Dallas, Bexar, Harris y otros lugares han retirado las unidades de patrullaje de las calles para trabajar en las cárceles.

"Siempre hubo horas extras obligatorias", precisó Emmanuel Lewis, otro guardia, en una entrevista con TPR. “Estábamos bien con los dos días a la semana de horas extras. Pero una vez que comenzó a ser excesivo, ¿tres, cuatro o cinco días a la semana más los turnos regulares? Es demasiado".

Lewis demandó a la alguacil del condado de Dallas, Marian Brown, por las condiciones laborales en su cárcel. La constitución del estado designa a los alguaciles como el "guardián de la cárcel del condado". La demanda en la corte estatal fue desestimada. El oficial encargado de detenciones dijo que la alguacil y los comisionados no escucharon a los guardias sobre lo mal que estaban las condiciones laborales.

"Al comienzo (de la pandemia), ni siquiera se nos permitía usar mascarillas, y los problemas de personal ... teníamos hasta 64 reclusos en una celda donde se supone que la proporción es de uno a 48", expuso.

Dos custodios murieron en agosto, al menos uno fue por COVID.

La Oficina del Alguacil del condado de Dallas no respondió a las solicitudes de comentarios de TPR. La cárcel dejó de cumplir brevemente con el reglamento a principios de este año por no permitir que los reclusos bajo vigilancia de suicidio se ducharan. Dijo que a los presos indigentes no se les daban productos de higiene como jabón.

La cárcel enfrenta actualmente una demanda federal de los reclusos por cuestiones de salud y seguridad. La semana pasada, el FBI inició una investigación de un empleado que supuestamente robó $700,000 de las cuentas de la comisaría de los presos.

Según los guardias que TPR entrevistó en los tres condados más grandes del estado, la pandemia no creó estos problemas sistémicos, solo hizo visibles las grietas en los cimientos de las grandes cárceles urbanas de los condados.

“Este es un problema de décadas”, afirmó Robin Foster, abogada que representa a la Asociación de Diputados del Condado de Harris en su demanda contra el juez del condado, los comisionados y el alguacil por las condiciones laborales en su cárcel.

TPR publicó recientemente una nota periodística mostrando que la cárcel del condado de Bexar había dejado a un hombre encarcelado cinco meses después de que los tribunales habían ordenado su liberación. La revelación fue seguida por el alguacil del condado de Bexar, Javier Salazar, que contrató a la consultora Detain Inc. para buscar una mejora en los procesos en la cárcel. Esto no fue del agrado de algunos comisionados del condado, que ya habían planeado contratar a uno afuera de la oficina del alguacil.

La demanda incluye 200 páginas de cuentas personales de carceleros que hablan de cómo sus vidas están en peligro todos los días, y los testimonios a veces son impactantes.

“Tenemos oficiales de detención que trabajan en turnos de 12 horas y no pueden tener un descanso para ir al baño, por lo que están usando bolsas de plástico debajo de su escritorio para esto”, enfatizó.

Foster explicó que necesitan contratar a 500 oficiales de detención en este momento para estar al día con las multitudes que están dejando este empleo por preocupaciones por su seguridad o por trabajos mejor pagados. La demanda dijo que hubo 918 agresiones contra el personal este año y más de 6,000 entre los reclusos.

El sindicato cree que ha sido paciente, pero las cosas solo han empeorado mientras esperan más ayuda.

“Siempre ha sido 'oh, acabamos de tener, ya sabes, la recesión'. Y luego 'acabamos de tener a ‘Harvey' y ahora 'solo tenemos COVID'. Y se ha tenido una tendencia descendente y descendente en lo que respecta a las condiciones de trabajo”, ejemplificó Foster.

El 1 de octubre, la cárcel del condado de Harris estaba llena en un 87%. Un experto que habló con TPR para un reportaje previo señaló que cualquier cosa por encima del 80% era extremadamente difícil de manejar debido a la necesidad de separar a los presos. Los delincuentes violentos no se deben mantener con los no violentos. Los delincuentes con enfermedades mentales también requieren más atención, y el condado de Harris es el centro de salud mental más grande del estado.

El sindicato ha pedido al gobierno federal que se haga cargo de la administración de la cárcel.

“La tensión ejercida por la pandemia en curso en el sistema de justicia penal del condado de Harris, así como en nuestro sistema de salud pública y otras funciones del gobierno local ha sido inquebrantable y sin precedentes”, destacó el alguacil del condado de Harris, Ed Gonzalez, en una declaración escrita.

Agregó que estaba agradecido de que su personal soportara las “circunstancias más difíciles” que el condado jamás haya experimentado.

Aunque los guardias dicen que muchos de los problemas son anteriores a la pandemia, para algunos jueces del condado, la culpa es del gobernador.

“Bueno, están haciendo todo lo posible para causar problemas importantes en las cárceles locales, particularmente en las áreas urbanas”, consideró Nelson Wolff, juez del condado de Bexar.

Wolff comentó que la cárcel del condado de Bexar está sufriendo porque el gobernador y la legislatura han dificultado la liberación de personas sin una fianza en efectivo, que muchas personas que no han sido juzgadas no pueden pagar.

Casi la mitad de las 4,500 personas en la cárcel del condado de Bexar están en prisión preventiva. Este problema se vio agravado por la suspensión de los juicios penales con jurado en el condado debido a los temores del COVID durante la mayor parte de la pandemia.

Wolff se ha quejado durante meses del ritmo con que las autoridades recogen a personas en las cárceles que esperan comenzar sus condenas en las instalaciones estatales. Wolff dijo que el gobernador solo empeoró las cosas cuando comenzó a encarcelar a inmigrantes por delitos en gran parte no procesables en las prisiones estatales de Texas, ocupando un espacio que debería haber sido para los que esperaban en la cárcel.

La detención de adultos en el condado de Bexar estaba llena en un 88 por ciento el 1 de octubre, en un momento en que la cárcel está tratando de cubrir más de 300 puestos.

“Es muy agotador. Se están cometiendo errores: es difícil conseguir suficientes custodios en la cárcel. La capacidad está llegando a sus límites”, confesó.

Bexar County Commissioner Trish DeBerry speaks at a meeting.
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Bexar County
Bexar County Commissioner Trish DeBerry speaks at a meeting.

"Alguacil, la idea era que este fuera un estudio completamente independiente, independiente de usted", dijo Trish Deberry, comisionada del condado de Bexar, en una feroz reprimenda en la corte la semana pasada. “Porque te lo diré – haciendo esto en este punto, estás comprometida. Hay un problema de credibilidad asociado con la elección de su consultor".

Al final, los comisionados decidieron contratar su propio grupo de consultores además del que ya tenía el alguacil.

Salazar dijo que tomó la decisión de adelantarse a los comisionados porque veía la preferencia de Deberry por auditores como un impulso hacia la privatización de las cárceles.

Salazar, quien fue reprendido nuevamente por regresar a la corte para pedir más dinero por horas extra para sus carceleros, señaló a otros condados y dijo que muchos de los problemas, como las horas extra, los enfrentan los condados de todo el estado, no solo en Bexar.

Puede que tenga razón. Sin embargo, ese hecho puede resultar más alarmante que reconfortante.

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Paul Flahive can be reached at Paul@tpr.org