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Los puertos de entrada a lo largo de las fronteras de Estados Unidos con México y Canadá reabrirán en noviembre a los “viajes no esenciales”, que incluyen turismo, compras y visitas con amigos y familiares.
Las fronteras han estado cerradas a los ciudadanos mexicanos y canadienses que buscan cruzar por esos motivos desde marzo de 2020. En menos de un mes, el cruce fronterizo se abrirá nuevamente para quienes estén completamente vacunados.
Para Texas, la reapertura significará el retorno del comercio y el turismo para cientos de miles de viajeros fronterizos diarios a través de los 28 puentes internacionales que conectan al estado con su socio comercial número 1: México.
El congresista Henry Cuellar, cuyo distrito incluye Laredo, el Valle del Río Grande y el sur de San Antonio, dijo en una llamada de prensa el miércoles que el cierre afectó masivamente la vida de muchos residentes fronterizos, incluidos los de su ciudad natal de Laredo.
“Hablamos con algunas personas de allá cuyos negocios dependían 40, 50, incluso el 60% de México. Entonces se produjo una pandemia y luego se llevaron a los clientes. Así que fue un doble golpe lo que sucedió”, dijo Cuellar.
En una carta dirigida al DHS en mayo, la Coalición Fronteriza de Texas, compuesta por docenas de líderes gubernamentales y comunitarios en la región fronteriza, proyectó una pérdida de $19 mil millones de dólares en ingresos por año debido a las restricciones vigentes durante los últimos 20 meses. La frontera terrestre entre Estados Unidos y México es la más transitada del mundo, con más de un millón de personas cruzando todos los días antes de que ocurriera la pandemia.
Las restricciones también afectaron a las pequeñas empresas familiares.
“Estamos ansiosos porque se abra el puente, y han pasado casi dos años de esto. Realmente necesitamos a la gente”, reiteró Jacquelina Garcia, gerente general de Casa Bella, una tienda minorista de artículos para el hogar con vista al Puente Internacional McAllen-Hidalgo-Reynosa.
García expuso que, durante el año pasado, el negocio apenas ha sobrevivido. Ha mantenido sus puertas abiertas ofreciendo precios bajísimos al por mayor.
“Lo que ha sostenido el negocio son los compradores mayoristas. O de aquí en el Valle del Rio Grande o de unas pocas personas que son estadounidenses y viven en Reynosa y vienen a comprar aquí para vender a los que aún están en México”, explicó.
El levantamiento de las restricciones de viaje también significará el reencuentro de familias binacionales de los dos países separadas por más de un año y medio.
Durante la pandemia, Cynthia Sakulenzki, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Hispana de RGV, recibió llamadas sobre la reapertura de la frontera.
Comentó que muchas personas en ambos lados de la frontera han visto cómo la COVID afectó a sus familiares y que no tenían forma de llorar entre ellos.
“Hay tantas personas que están de este lado de la frontera y de ese lado de la frontera que tienen familiares en ambos lados y que necesitan poder sentir la calidez, el apretón de manos, el abrazo de los miembros de su familia que no han podido ver en meses y meses”, ejemplificó Sakulenzki.
Elizabeth, quien le pidió a TPR que usara su primer nombre debido al estado de ciudadanía de su familia en los Estados Unidos, ha vivido y trabajado en la ciudad fronteriza mexicana de Camargo, justo enfrente de la ciudad de Rio Grande, desde que se establecieron restricciones de viaje. Se emocionó cuando se enteró de que finalmente se levantarían las restricciones de viaje.
“Vimos el anuncio en televisión y Facebook”, agregó. "Estoy tan emocionada, tan feliz, porque finalmente podré ver a mi familia después de tanto tiempo que el puente ha estado cerrado".
Agregó que ha estado separada de su familia durante los últimos 20 meses y que ya está haciendo planes para el primer día en que podrán volver a verse.
“Vamos a ir a nuestro restaurante favorito a vernos. Ha pasado mucho tiempo que no los he visto".
Los funcionarios locales en el Valle del Rio Grande también están dando la bienvenida al cambio.
Eddie Treviño Jr., juez del condado de Cameron y presidente de la Coalición Fronteriza de Texas con sede en Austin, dijo que trabaja desde el año pasado para reabrir los puentes que conectan a las comunidades en ambos lados de la frontera.
“Estamos muy, muy satisfechos con el anuncio. Es algo que hemos estado defendiendo durante casi un año. Y estamos contentos de que finalmente esté sucediendo”, enfatizó. “Ojalá hubiera sucedido mucho antes. Pero al menos, como dicen, más vale tarde que nunca”.
Treviño explicó que el sistema de puentes en el condado de Cameron opera tres puertos de entrada, que han sufrido una pérdida de poco menos de $14 millones de dólares desde que se implementaron las restricciones de viaje. Los fondos de la Ley del Plan de Rescate Americano han mantenido el sistema a flote.
“La realidad es que preferiríamos generar esos fondos a través de operaciones”, agregó Treviño, refiriéndose a los fondos ARPA. "Y tal vez se use (ARPA) para muchos otros proyectos diferentes".
Los funcionarios también se están preparando para un cambio en los protocolos porque las personas que buscan ingresar deben proporcionar prueba de la vacunación completa de cualquier vacuna aprobada por los EE. UU. o la Organización Mundial de la Salud.
Esto incluirá vacunas aplicadas México y suministradas por AstraZeneca/Oxford y CureVac, entre muchas otras. Con nueve vacunas diferentes en su cartera, México tiene la mayor cantidad de autorizaciones de uso de emergencia en el mundo. En junio, Estados Unidos envió a México 1 millón de dosis de vacunas Johnson & Johnson específicamente para su uso en la frontera. Se han administrado esas dosis.
Los viajeros esenciales que cruzaron los puertos terrestres durante la pandemia, como los conductores de camiones y los estudiantes, también deberán mostrar prueba del estado completo de vacunación a partir de enero.
“Estábamos teniendo algunas campañas de vacunación en coordinación con la industria maquiladora para vacunarlos a ellos y a sus empleados. Así que esperamos que esos esfuerzos den frutos”, explicó Treviño. "Y si tenemos que seguir haciéndolo, vamos a investigar la posibilidad de tener centros o clínicas de vacunación disponibles en los puertos de entrada o de alguna forma o modo para coordinar con el CBP".
Las restricciones de viaje no esenciales se basaron en una parte del Código de Salud de los EE. UU. llamada Título 19, uno de los dos códigos de salud promulgados por la administración Trump al comienzo de la pandemia para detener la propagación del COVID-19. La administración de Biden continuará usando otra parte del código de salud, conocido como el Título 42, para expulsar a los migrantes solicitantes de asilo que llegan a la frontera.
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