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El Presidente Joe Biden comenzó a relajar las políticas migratorias del expresidente Donald Trump, lo cual incluye permitir que algunas familias solicitantes de asilo crucen la frontera de Texas a medida que más migrantes busquen ingresar a Estados Unidos.
Algunos defensores de la inmigración han elogiado los cambios de política de la administración Biden. Pero el manejo de los migrantes por parte de la administración también ha provocado críticas en ambos lados del debate sobre inmigración, incluyendo al gobernador Greg Abbott.
El miércoles, Abbott pidió a Biden que deje de liberar a las familias migrantes que llegan a la frontera, de manera engañosa tuiteando que la administración demócrata está "liberando imprudentemente a cientos de inmigrantes ilegales que tienen COVID en las comunidades de Texas".
Pero la frontera entre Estados Unidos y México permanece cerrada para muchas personas, incluyendo la mayoría de los migrantes y solicitantes de asilo, y aquellos a los que se les permite ingresar actualmente se someten a pruebas de COVID-19. Aquí hay un resumen de lo que está sucediendo en la frontera y los cambios que ha realizado Biden. Guarde esta página para recibir actualizaciones de los reporteros de la Radio Pública de Texas (TPR son sus siglas en inglés).
Liberación De Familias Migrantes
La administración Biden comenzó a liberar a algunas familias migrantes solicitantes de asilo en el Rio Grande Valley debido a cambios en la política de los Estados Unidos y de México. Esto resultó en la liberación de familias migrantes en ciudades como McAllen y Brownsville. Pero en otras partes de la frontera, incluido El Paso, las familias migrantes todavía son enviadas a refugios en México.
En el Rio Grande Valley, el estado de Texas ha enviado a McAllen y Brownsville miles de pruebas de COVID-19 para los migrantes liberados por la Patrulla Fronteriza después de que algunos funcionarios expresaron su preocupación por el COVID-19. Desde fines de enero, al menos 108 migrantes dieron positivo en Brownsville, según informó Noticias Telemundo Investiga. Pero la ciudad de Brownsville dijo que la tasa de positivos para los migrantes promedió 6.3% y fue más baja que la tasa del condado de Cameron, que fue de 13.8%.
Organizaciones sin fines de lucro como las Caridades Católicas del Rio Grande Valley también están ayudando a recibir y hacerle pruebas a los migrantes en el área antes de abordar los autobuses a otras partes del país mientras esperan para solicitar asilo. Caridades Católicas ha reservado hoteles en caso de que los migrantes necesiten ser puestos en cuarentena, la directora ejecutiva, la hermana Norma Pimentel, explicó.
CNN informó que la administración Biden planea ayudar a las comunidades fronterizas a realizar pruebas a los migrantes a través de los fondos de FEMA, pero que Abbott aún no firma el plan. Abbott más tarde tuiteó que no apoyará un programa que "convierte a nuestro país en un imán de inmigración ilegal".
'Permanecer En México'
Esta política de la era Trump, formalmente denominada Protocolos de Protección al Migrante (MPP son sus siglas en inglés), requirió que los solicitantes de asilo esperen en México mientras sus casos se desarrollan en la corte de inmigración de Estados Unidos. Muchos terminaron en condiciones de vida peligrosas y miserables, en campamentos de tiendas de campaña improvisados o refugios a lo largo de la frontera. Un reporte de Human Rights First encontró más de 1,500 casos reportados de violencia contra solicitantes de asilo en los MPP.
Biden suspendió “Permanecer en México” en su primer día en el cargo y anunció que nadie más estaría inscrito en el programa.
La nueva administración ahora está permitiendo que un estimado de 25,000 solicitantes de asilo que todavía tienen casos judiciales activos ingresen gradualmente a los EE. UU. De alrededor de 70,000 que inicialmente fueron recibidos de acuerdo con los MPP, algunos han estado esperando en México hasta dos años.
Los solicitantes de asilo elegibles son procesados en tres puertos de entrada: en Brownsville y El Paso, y en San Ysidro, California. El objetivo es eventualmente procesar alrededor de 300 personas al día.
Antes de cruzar a los EE. UU., los solicitantes de asilo deben realizarse una prueba de COVID-19 administrada por la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU. Aquellos que dan positivo tienen que ser puestos en cuarentena en México y pueden ingresar a los EE. UU. una vez que dan negativo.
En El Paso, los solicitantes de asilo pasan entre 24 y 96 horas en un sitio de hospitalidad administrado por la organización sin fines de lucro Annunciation House, donde los voluntarios les ayudan a comunicarse con familiares u otros patrocinadores en todo Estados Unidos.
"Esos miembros de la familia comprarán boletos de autobús o de avión, y luego los migrantes estarán en camino", explicó Ruben Garcia, director ejecutivo de Annunciation House. "El noventa y nueve, punto, nueve por ciento de todos los que lleguen a los Estados Unidos se irán de El Paso muy pronto".
En Brownsville, los solicitantes de asilo son liberados en la estación local de autobuses. Organizaciones sin fines de lucro como Team Brownsville y Catholic Charities del Rio Grande Valley están listas para proporcionar comida, ropa y pañales y ayudar a coordinar los planes de viaje.
Solo los solicitantes de asilo con casos pendientes en la corte de inmigración de EE. UU. son actualmente elegibles para ingresar a los EE. UU. Abogados y defensores dicen que los migrantes a los que se les negó el asilo mientras estaban inscritos en "Permanecer en México" o que se ordenó su deportación después de faltar a una cita en la corte deberían "tener una segunda oportunidad de venir a los Estados Unidos".
Expulsiones Bajo El Título 42
A fines de marzo de 2020, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades emitieron una orden de salud pública que efectivamente cerró la frontera a migrantes no autorizados y solicitantes de asilo durante la pandemia del coronavirus.
Citando un código de salud pública llamado Título 42, los funcionarios de inmigración comenzaron a expulsar rápidamente a los migrantes en la frontera sin procesarlos ni deportarlos formalmente. Los defensores dicen que la mayoría de los migrantes fueron rechazados sin acceso al debido proceso.
Los funcionarios inicialmente expulsaron a menores no acompañados bajo el Título 42, pero la administración Biden puso fin a esta práctica. Sin embargo, no se ha levantado la orden pública de salud y los adultos solteros y las familias siguen siendo expulsadas de forma expedita.
En enero, decenas de expertos en salud pública enviaron una carta a la directora de los CDC, Rochelle Walensky, instándola a rescindir la orden, que, según ellos, es "discriminatoria y no tiene una base científica como medida de salud pública".
Sin embargo, la orden sigue vigente. En rueda de prensa el 1 de marzo, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas instó a los migrantes y solicitantes de asilo a esperar a que la administración "reconstruya" el proceso de inmigración antes de llegar a la frontera.
“Se necesita tiempo para reconstruir el sistema desde cero”, dijo. “Si vienen, si vienen familias, si llegan adultos solteros a la frontera, estamos obligados, al servicio de la salud pública, incluida la salud de las mismas personas que están pensando en venir, a imponer las restricciones de viaje en virtud a las autoridades del Título 42 de los CDC y devolverlos a México".
Centros Para Migrantes Temporales
Para hacer frente a un número creciente de migrantes que llegan a la frontera, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los EE. UU. abrió o planificó nuevas instalaciones temporales, muchas de las cuales usan casas de campaña.
En febrero, se abrió una instalación así en Donna en el Rio Grande Valley, uno de los puntos de entrada de migrantes más concurridos. La instalación fue planificada antes de que Biden se convirtiera en presidente, pero desde entonces la administración actual ha desarrollado planes para hacer más de este tipo de instalaciones en Eagle Pass y en otras áreas.
Biden también reabrió un centro de acogida en Carrizo Springs para niños migrantes. Esta instalación depende del Departamento de Salud y Servicios Humanos federal. Es diferente de las celdas de detención utilizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y el CBP, que fueron criticadas por tener a los "niños en jaulas". Las instalaciones del HHS deben brindar educación y una mejor atención a los migrantes, aunque los informes de noticieros y del gobierno anterior también documentaron problemas en este tipo de instalaciones. CNN informó que la administración Biden ordenó recientemente que las instalaciones para niños reabrieran temporalmente a los niveles de capacidad prepandémica debido a la afluencia de migrantes.
Centros Residenciales Familiares
La administración Biden planea reutilizar sus centros residenciales familiares de Texas en Dilley y Karnes para convertirlos en sitios para examinar a niños y familias migrantes y detectar el contagio de COVID-19, según múltiples informes de noticias. San Antonio Express-News reportaron que las organizaciones sin fines de lucro fueron informadas de la transformación en "centros de recepción" vía telefónica el mes pasado, y el Washington Post informó que había obtenido un borrador de los planes de los centros. La administración Biden tiene como objetivo liberar a los migrantes examinados en el país dentro en un plazo de 72 horas, aseguró el Post.
Restricciones De Viajes Fronterizos
El gobierno federal cerró las fronteras estadounidenses a todos excepto los viajes considerado esenciales en marzo de 2020. Solo los ciudadanos estadounidenses, los residentes permanentes legales y los extranjeros que crucen por motivos de comercio, trabajo, educación, asuntos militares o diplomáticos y atención médica pueden cruzar los puentes fronterizos. La política contra la pandemia ha impedido que los compradores y turistas mexicanos crucen los puertos terrestres en la frontera y gasten dinero en las comunidades fronterizas y otras ciudades de Texas como San Antonio. También separó a algunas familias o a sus cuidadores.
Hasta hace poco, estadounidenses y extranjeros podían volar libremente al país, pero en enero, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades anunciaron que los pasajeros de las aerolíneas deberán presentar una prueba negativa antes de abordar los vuelos.
En enero, Biden ordenó a las agencias federales desarrollar rápidamente un plan con "medidas apropiadas de salud pública en los puertos de entrada terrestres", pero su administración extendió las restricciones fronterizas actuales hasta el 21 de marzo.
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