Las dos represas que proveen prácticamente todo el suministro de agua al Valle del Río Grande y a sus vecinos en el lado mexicano ahora se encuentran en los niveles más bajos registrados debido a una sequía prolongada que ha afectado a comunidades en ambos lados de la frontera.
Como solución temporal a un suministro de agua históricamente bajo, los líderes fronterizos de Texas están tratando de obtener las entregas de agua que México le debe a Estados Unidos bajo un tratado binacional, en el que se vaciaría agua en el Río Grande desde presas aguas arriba.
Pero las comunidades en México están pidiendo a su gobierno que busque alternativas, ya que enfrentan los mismos problemas de agua que los del sur de Texas.
Adriana Reséndez Maldonado, Comisionada Mexicana para la Comisión Internacional de Límites y Aguas, dijo esta semana que México planea cumplir con su compromiso de realizar las entregas de agua.
Sin embargo, la realidad internacional de la sequía pone en duda esas entregas.
Bobby Janecka, Comisionado de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas, dijo que las posibles entregas de agua desde México actualmente son "hidrológicamente imposibles".
