Después de más de una semana de destrucción, incluidos miles de animales muertos y cientos de estructuras perdidas, dos de los incendios más grandes que han asolado el Panhandle de Texas ahora están contenidos en aproximadamente un 90%.
El incendio de Smokehouse Creek, que quemó alrededor de 1,058,570 acres desde el condado de Hutchinson hasta el condado de Hemphill, estaba contenido en un 87% hasta el viernes por la mañana, de acuerdo con el Servicio Forestal de Texas A&M. El incendio Windy Deuce en el cercano condado de Moore estaba contenido en aproximadamente un 92% y había quemado alrededor de 144,200 acres.
Las últimas cifras darán a los residentes de la zona un pequeño alivio. Justohace una semana, los mismos incendios sólo fueron contenidos en un 15% y un 60%, respectivamente.
El incendio de Smokehouse Creek es el más grande en la historia de Texas y uno de los más extensos que jamás haya experimentado el país.
Los equipos de bomberos también se muestran optimistas sobre las condiciones meteorológicas de cara al próximo fin de semana. El Servicio Forestal dijo el viernes por la mañana que el pronóstico ha mejorado, y no se prevé que el medio ambiente “respalde una mayor amenaza de grandes incendios forestales que son altamente resistentes al control”. Ese pronóstico prevalece hasta el domingo, agregó la agencia.
Los incendios ya acabaron con miles de cabezas de ganado. Las primeras estimaciones sobre el número de cabezas de ganado muertas rondan las 7,000, CBS News reportó. Se completará una evaluación más precisa una vez que se extingan los incendios, afirmó la semana pasada el comisionado de Agricultura de Texas, Sid Miller, a The Texas Newsroom.
También se reveló a principios de esta semana que el cableado eléctrico probablemente causaron los dos incendios más grandes.
El jueves por la mañana, Xcel Energy emitió un comunicado reconociendo que “sus instalaciones parecen haber estado involucradas en un incendio del Smokehouse Creek”, informó el Texas Tribune.
Juan Rodriguez, oficial de información pública del Servicio Forestal Texas A&M, le dijo al Texas Standard que las ráfagas de viento excedieron las 60 mph el día que comenzó el incendio, lo que probablemente provocó la caída de algunas líneas eléctricas y las llamas en Panhandle.
“Cuando los vientos hacen eso, al conducir por las carreteras, se pueden ver las líneas eléctricas saltando hacia arriba y hacia abajo,” expuso. "Es probable que cause que una de estas líneas eléctricas falle... Una de ellas, o algunas de ellas, pueden haberse caído."
Rodriguez también explicó que la contención significa la probabilidad de que un incendio no se propague más allá de lo que ya está ardiendo.
"Están analizando los recursos que tienen y todas estas cosas para basar su confianza en que este incendio ya se apagará, no se propagará más y no representará más amenazas a la vida y la seguridad de la propiedad," el aseguró.
Los residentes afectados del Panhandle continúan evaluando los daños y planificando cómo reconstruir sus hogares, ranchos y negocios. Pero algo que no ha desaparecido es su determinación.
Kristen Moudy, directora de desarrollo económico de la ciudad de Wheeler, le dijo a NPR que incluso los texanos que lo perdieron todo siguen encontrando maneras de ofrecer apoyo a sus vecinos.
Cuando se le preguntó qué verá la gente si va a Panhandle esta semana, respondió: “Verá gente que lo ha perdido todo. Han perdido ranchos, es posible que hayan perdido sus hogares, es posible que hayan perdido ganado. Y, sin embargo, a pesar de eso, están parados entre las cenizas, reconstruyéndose y diciendo: '¡Vamos muchachos, hay que hacer esto! Nosotros podemos.'"
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Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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