Maxwell Hayes desató sus frustraciones contra un par de policías de Eagle Pass.
“¡Es su trabajo proteger a Estados Unidos de los criminales! ¡Háganlo!" Hayes les gritó a los oficiales, quienes con calma asimilaron el abuso.
La policía había bloqueado las calles que conducen a Shelby Park.
Ahí es donde la Guardia Nacional de Texas tomó el control. Se instaló frente a dos millas y media del Río Grande, pero la orilla del río ahora está llena con hilera tras hilera de alambre de púas y un muro de contenedores de acero.
"Se supone que debo estar allí ahora mismo protestando contra estas personas que cruzan mi frontera," señaló Hayes.
Partidario de las milicias de extrema derecha, viajó a Eagle Pass desde Colorado para unirse al llamado convoy “Take Our Border Back” o “Recuperemos nuestra frontera”, una mezcla de partidarios de Trump, halcones de la migración, negacionistas electorales y teóricos de la conspiración.
"Tenemos miles de millones de dólares destinados a Ucrania para masacrar a los rusos y a nadie le importa esa masacre," expuso Hayes.
La policía cerró la entrada a la zona debido a la creciente preocupación por la violencia, informes de disparos y un robo a un banco local.
Todo esto tiene a los lugareños nerviosos y sintiéndose están atrapados en el medio. Están alarmados al ver militarizada su ciudad, antes tranquila, y convertida en un imán para los extremistas.
"Hay algunas personas que están siendo confrontativas," afirmó Amber Duncan.
Ella y sus cinco hijos viven al lado de Shelby Park. Han observado lo que califica como "caos" frente a su casa.
"Aquí es donde vivo. Los policías están preocupados por nosotros porque nos conocen," explicó Duncan. "Dicen que tengan cuidado con los niños porque esto va a ser la locura. Asegúrense de estar a salvo."
Duncan compartió que le preocupa la posibilidad de que se produzca un brote de violencia similar al tiroteo en una tienda Wal-Mart en El Paso 2019, que tuvo como blanco a mexicoamericanos y donde 23 personas fueron asesinadas por un nacionalista blanco antimigrante.
Ahora Eagle Pass está atrayendo a fanáticos que afirman que la frontera está completamente abierta.
El fin de semana pasado, miles de personas llegaron a la ciudad fronteriza para mostrar su apoyo al estado de Texas en una batalla judicial por el corte que realizó la Patrulla Fronteriza del alambre de púas a lo largo del Río Grande.
La Corte Suprema recientemente se puso del lado de la administración Biden y levantó una suspensión que permitía a la Patrulla Fronteriza cortar el alambre de púas.
Pero el gobernador de Texas, Greg Abbott, indicó que el tribunal superior está equivocado y no dará marcha atrás.
“Debido a que Joe Biden ha abdicado y abandonado por completo su responsabilidad de aplicar las leyes de Estados Unidos, he utilizado una cláusula en la Constitución que faculta a los estados a defenderse," detalló Abbott.
Es una cuestión abierta si la interpretación de Abbott de la Constitución será aprobada por la Corte Suprema. Pero el gobernador insiste en que Shelby Park es sólo el comienzo.
"No nos vamos a limitar sólo a este parque," planteó Abbott. "Nos estamos expandiendo a más áreas para asegurarnos de ampliar nuestro nivel de disuasión y negación de entrada ilegal a los Estados Unidos."
Los residentes de Eagle Pass dicen que están más preocupados por el peligro provocado por Abbott que por los migrantes que intentan cruzar el Río Grande, flujo que ha disminuido considerablemente desde el comienzo del nuevo año.
“Odio que él [Abbott] haya puesto un maldito objetivo en mi comunidad. Y no le importa," expresó Jesse Fuentes, un residente multigeneracional de Eagle Pass. "Sólo quiere impulsar su narrativa política y ponernos en peligro."
Fuentes luce un bigote tipo morsa y una cara desgastada por toda una vida navegando en canoa por el Río Grande. Su negocio que dirigía recorridos turísticos por el río tuvo que suspenderse después de que Abbott ordenó el cierre de Shelby Park al público.
"Básicamente se han apoderado de nuestra prosperidad". denunció Fuentes. "Esta es nuestra comunidad. Este es nuestro parque."
Pero Bob Bagley, miembro del convoy antiinmigración, agregó que tomar el parque es necesario por motivos de seguridad nacional.
"Ningún país puede soportar que entre 10 y 12 millones [de personas] entren e invadan su país," aseveró Bagley.
Bagley condujo desde el área de Houston. Estuvo en el Capitolio durante la insurrección del 6 de enero, pero dice que no entró al recinto. Califica la migración ilegal como una grave amenaza para el futuro de Estados Unidos.
"Están destruyendo nuestra economía, nuestros negocios," describió Bagley. "La gente que vive aquí en este codado y en esta ciudad de Eagle Pass tiene miedo de salir de noche, de estar en las calles."
Los residentes de Eagle Pass argumentan que la verdadera invasión proviene de activistas de extrema derecha, quienes se inspiran en Abbott.
"¡Señor Abbott, lárgate de nuestra ciudad y lárgate de nuestro parque!" exclamó Juanita Martínez, una activista Demócrata local. "¡Te queremos fuera!"
Hay varios desafíos legales federales pendientes en torno a las acciones de Abbott en la frontera. Y si el precedente se mantiene, Texas perderá. Pero dada la negativa de Abbott a reconocer el fallo de la Corte Suprema sobre el alambre de púas, las tensiones seguirán aumentando en Shelby Park y a lo largo de la frontera entre Texas y México.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
TPR fue fundado y es apoyado por nuestra comunidad. Si usted valora nuestro compromiso con los más altos estándares de periodismo responsable y puede hacerlo, por favor considere hacer su regalo de apoyo hoy.