Este reportaje parte de la serie EPC. Aviones, trenes y automóviles: evadiendo la prohibición del aborto en Texas.
Nota del editor: Esta nota periodística incluye detalles gráficos de abortos que salieron mal.
Sentado en su oficina de Albuquerque, Nuevo México, el Dr. Alan Braid recuerda cómo eran las cosas antes de Roe v. Wade, cuando ejercía la medicina en San Antonio. Dijo que las cosas estaban mal.
“Recuerdo claramente a una chica de 16 años. Alguien le cortó la vagina con trapos viejos y le puso un catéter en el útero para abortar, y murió de sepsis y falla orgánica”, dijo Braid.
Braid, de 78 años, explicó que los recuerdos de haber tratado otros intentos fallidos de abortos ilegales en 1972 todavía lo persiguen y que no quiere volver a eso.
"Veíamos mujeres que buscaban atención en México o alguien que lo hacía en San Antonio, y morían", señaló.
Cuando se aprobó la SB8, la ley de latidos fetales de Texas en 2021, Braid decidió que no iba a salir de Texas. Iba a quedarse y luchar contra ello.
Continuó practicando abortos y escribió un artículo de opinión para el Washington Post retando a quien quisiera demandarlo por ello.
Braid escribió: “Actué porque tenía el deber de cuidar a esta paciente como lo tengo con todos los pacientes, y porque ella tiene el derecho fundamental a recibir esta atención”.
Un juez finalmente desestimó las demandas SB8 presentadas contra Braid. El juez dictaminó que las personas no tenían conexión con el aborto prohibido y no resultaron perjudicadas por él. No tenían posicionamiento.
Esto no anuló el SB8 pero lo debilitó considerablemente. Luego llegó la opinión filtrada de la Corte Suprema que anulaba Roe v. Wade, y Braid supo que era hora de dejar Texas.
“Si vamos a continuar, ¿a dónde debemos ir? Nuevo México fue el primer lugar en el que pensamos. Entonces, Dobbs salió el 24 de junio (2022). Vimos nuestra primera paciente aquí el 15 de agosto”, expuso Braid.
Toda la práctica médica de Braid, incluido su personal de San Antonio, se mudó a Nuevo México. Y se llevó el nombre consigo.
“'Servicios Reproductivos para Mujeres de Alamo'. Decidimos simplemente mantener el nombre. Simplemente sería más fácil para nuestros pacientes encontrarnos acá”, afirmó.
Braid dice que los texanos todavía están buscando su consultorio. El 85 por ciento de sus pacientes provienen de Texas.
“Y la mayoría de nuestros pacientes conducen hasta aquí, y con cada paciente que veo, comienzo una conversación. Les pregunto de dónde son y cómo llegaron aquí. Y la mayoría hacen un viaje de 12 horas; creo que es desde Corpus, por ejemplo, o Houston o Luisiana. Es horrible”, agregó.
Braid destacó que no es inusual recibir una llamada telefónica de una paciente que está varada en el camino. Su auto se descompuso y no acudirá a su cita. Y dijo que las recientes prohibiciones de viaje aprobadas en los condados de Texas para abortar también están teniendo un impacto en las clínicas de Nuevo México.
"Están teniendo tasas más altas de inasistencia porque la gente tiene miedo de pasar por Lubbock y Amarillo", especificó.
Braid señala que estas prohibiciones locales de viaje para abortar no tienen sentido. Se basan en la misma ley SB8 que él impugnó y ganó.
Pero eso no frenó la actual prohibición del aborto en Texas. Braid añadió que le preocupa que algún día haya una prohibición a nivel nacional y las cosas vuelvan a ser como él experimentó en 1972.
Esta nota fue traducida por Texas Public Radio con apoyo de Gabriela Olivares e Yvette Benavides para NPR y The Texas Newsroom.
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