En los días posteriores a que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, envió a docenas de migrantes desde San Antonio a Martha's Vineyard en Massachusetts, el Centro de Recursos para Migrantes fue el foco de atención a nivel nacional.
El martes, una familia de seis migrantes venezolanos habló con TPR afuera de las instalaciones.
Después de un día con temperaturas cercanas a los 100 grados, finalmente la tarde estuvo lo suficientemente fresca como para sentarse afuera y pasar el rato.
Brigid, la madre, doblaba la ropa y el padre miraba las noticias en español en su teléfono. Los niños más pequeños comieron paquetitos de dulces Skittles.
Cuando se les preguntó si habían escuchado la historia del incidente de Martha's Vineyard, el padre levantó su teléfono celular. Esa fue la noticia que escucharon en ese momento.
Según reportes, una mujer llamada Perla reclutó a unos 50 inmigrantes con falsos pretextos para el viaje a Massachusetts, y también se había acercado a esta familia venezolana.
Pidieron que TPR usara sus nombres de pila para no interferir con sus solicitudes de asilo legal.
Brigid recordó que su familia estaba en un supermercado cercano cuando la mujer les dio una tarjeta de regalo de $20 y les prometió comida, estadía en un hotel y asistencia para su vuelo de reubicación. Rechazaron su oferta porque tenían una cita pendiente en la corte de inmigración en San Antonio.
El vuelo fue parte de una iniciativa de Florida para transportar inmigrantes de Texas a comunidades favorables para el partido Demócrata, un proyecto que DeSantis ha defendido y celebrado. Los críticos calificaron el vuelo más reciente como un truco político para avergonzar al presidente Joe Biden.
El martes, DeSantis afirmó que los migrantes en San Antonio fueron maltratados. Afirmó que los trasladaron desde la frontera, los abandonaron en San Antonio y los dejaron solos.
“Esos migrantes están siendo tratados horriblemente por Biden. Estaban hambrientos, sin hogar. No tenían ninguna oportunidad en absoluto… Fueron voluntarios que ofrecieron transporte a las jurisdicciones santuario porque opinamos que… la frontera debe ser segura”, DeSantis dijo.
Sin embargo, Brigid comentó que su experiencia en San Antonio ha sido diferente. A su familia la han tratado bien, se les ha dado de comer y un lugar para dormir.
Explicó que se fueron de Venezuela porque no hay trabajo y la comida es muy cara para familias que ganan muy poco dinero en medio de un colapso económico.
El Centro de Recursos para Migrantes proporciona referencias de servicios a los solicitantes de asilo. También les ayudan a hacer conexiones de viaje. A los migrantes también se les proporciona transporte y alojamiento durante la noche en albergues. Reciben bolsas de viaje con artículos de primera necesidad.
"El Centro de Recursos para Migrantes de San Antonio se estableció como un lugar seguro y acogedor para los migrantes que viajan a través de San Antonio hacia su destino en la ciudad anfitriona. Como ciudad, creemos que los migrantes que buscan asilo deben ser tratados con amabilidad y respeto", afirmó un portavoz de la ciudad.
"El personal del Centro de Recursos para Migrantes está aconsejando a los migrantes que no acepten viajes ni ninguna otra ayuda de extraños fuera del MRC", continuó, "y que informen cualquier inquietud al personal del MRC. Es la línea directa".
La seguridad es estricta en el Centro. Solo los inmigrantes con brazaletes pueden cruzar las puertas vigiladas por la policía, pero pueden entrar y salir libremente. Las personas que trabajan en negocios cercanos dijeron a TPR que las medidas de seguridad eran una medida reciente.
Eduardo y Dolly también se sentaron afuera del Centro. Al igual comentaron a TPR que oyeron hablar de la mujer que recluta a los migrantes.
Mientras hablaban, llegaron más autobuses al Centro con migrantes. Eduardo explicó que todos los días llega gente, y todos los días sale gente, haciendo de San Antonio una breve parada a lo largo de un viaje muy largo.