La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, o EPA, publicó nuevos estándares para reducir los PFAs, también conocidos como "químicos permanentes".
Estos químicos son aquellos que no se descomponen y existen en el agua y el suelo por un tiempo indefinido.
Se utilizan en muchos productos domésticos, ropa e incluso en los alimentos que consumimos.
Robert Bilott, un abogado ambiental de Taft Law, explicó en el podcast The Source, de Texas Public Radio, que los químicos permanentes han estado en uso desde la década de 1940 y se distribuyeron ampliamente a través de una espuma contra incendios.
"Este tipo de espuma fue utilizada por prácticamente todos los aeropuertos, estaciones de bomberos, y bases militares, en todo el país, en todo el mundo” dijo Bilott acerca de cómo fue que se diseminaron los químicos tan ampliamente.
“¿Y cómo recomiendan usarla? Se vierte sobre el suelo, y desafortunadamente, a medida que han comenzado a hacerse pruebas fuera de esas áreas, estos químicos que se usan en la espuma se han encontrado en concentraciones bastante altas en todo el país" agregó.
La Academia Nacional de Ciencias publicó recientemente un informe que examinaba si los químicos permanentes en las fuentes de agua estadounidenses presentaban suficiente preocupación como para requerir más pruebas y monitoreo médico.
Estos químicos están vinculados al cáncer, defectos de nacimiento y daño hepático.
"Esa academia nacional sugirió que realmente podría haber una necesidad de estar monitoreando y estudiando a las personas, incluso con los niveles encontrados en la población general" comunicó Bilott.
Las nuevas indicaciones de la EPA requieren que los sistemas públicos de agua monitoreen, detecten y eliminen regularmente los químicos permanentes que se encuentran en el agua potable.