El alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, afirma que la ciudad mantendrá su "estatus de amistad" con Tel Aviv, a pesar de la presión de más de 30 residentes de San Antonio durante la sesión de comentarios públicos del pasado miércoles.
Los bombardeos y la ofensiva terrestre de Israel en la ocupada Franja de Gaza han matado a más de 10,000 personas, más de 4000 de ellas niños, y herido a decenas de miles, la gran mayoría de las cuales son civiles.
La campaña de bombardeos comenzó después del ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, donde murieron 1,400 personas y más de 240 civiles fueron tomadas como rehenes.
Oradores como Angela Pardo dijeron que las acciones del concejo municipal todavía importaban a pesar de que no pueden influir directamente en la política exterior de los EE. UU.
"Entiendo que aquí no es el Congreso. Pero aún podemos hacer algo para apoyar a los niños de Palestina y tomar una postura firme contra el claro genocidio que está ocurriendo. Podemos ser un ejemplo para otras ciudades y personas y poner fin a nuestra relación con Tel Aviv. Y podemos desarrollar esa relación con la Palestina ocupada," dijo Pardo.
Nirenberg afirmó en un comunicado que no terminará el estatus de amistad con Tel Aviv y dijo que estos acuerdos, en sus palabras, "trascienden la gobernanza y la geopolítica".
Julian Castro estableció el estatus de amistad de San Antonio con Tel Aviv en 2011.
El acuerdo establece que las dos ciudades harán esfuerzos conjuntos para promover la cooperación económica y el intercambio amistoso e incluye acuerdos para que BioMed SA y el Sistema de Agua de San Antonio cooperen con sus contrapartes en Tel Aviv.
Mia Cabrera, quien es residente del Distrito 10, dijo que la matanza y el desplazamiento de los palestinos hoy, traen recuerdos de la declaración de independencia de Israel en 1948, que incluyó la expulsión masiva de palestinos, conocida por los palestinos como “Nakba” o catástrofe.
"Estamos llamando a un alto al fuego para permitir que el pueblo palestino reciba ayuda humanitaria inmediata, que incluye la restauración de alimentos, agua, electricidad y asistencia médica. Lo que la gente ha estado presenciando este último mes es realmente la segunda Nakba, haciendo eco de los horrores de 1948," dijo Cabrera.
Nirenberg se negó a pedir un alto el fuego, pero dijo que sus declaraciones en solidaridad con Israel nunca han sido contra el pueblo palestino.
Los relatores especiales de derechos humanos de las Naciones Unidas han dicho que están convencidos de que los palestinos en Gaza corren un grave riesgo de genocidio y han dicho que los aliados de Israel tienen la responsabilidad de evitar que Israel continúe atacando.
