Defensores de la comunidad asiático-americana dicen que la respuesta de las autoridades al tiroteo masivo en Allen no fue suficiente y están pidiendo a la policía que investigue el tiroteo como un crimen de odio.
La mitad de las víctimas que murieron en el tiroteo eran de ascendencia asiática y la mayoría de las víctimas eran personas de color, pero la policía dice que el tirador tenía como objetivo el sitio del tiroteo, y no a un grupo específico.
Lily Trieu, la directora ejecutiva de Asian Texans for Justice dice que las autoridades mostraron una falta de comprensión en cuanto a los prejuicios, especialmente los que hay contra la comunidad asiática.
Trieu dice que la respuesta muestra un patrón de desestimar incidentes violentos, incluido el tiroteo del año pasado en el Koreatown de Dallas.