Los dos estadounidenses sobrevivientes de un grupo de cuatro que fueron secuestrados en Matamoros, México, la semana pasada regresaron a Estados Unidos el martes, uno con una herida en su pierna.
Las autoridades mexicanas dijeron que los otros dos miembros del grupo que viajaba para someterse a una cirugía estética murieron el viernes después de quedar atrapados en el fuego cruzado de grupos cárteles rivales en la ciudad fronteriza de Matamoros, en el estado de Tamaulipas, justo al sur de Brownsville, Texas.
El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, dijo que los estadounidenses, que viajaban en una minivan blanca, habían cruzado la frontera solo dos horas y media antes de que ocurriera el tiroteo. Una mujer de 33 años que no estaba vinculada al grupo murió.
El fiscal general Irving Barrios dijo que no se exigió ningún rescate y que todos los indicios apuntan a que los viajeros estadounidenses fueron víctimas de un error de identidad. Fueron secuestrados después del ataque y ubicados el martes alrededor de las 8 a.m. en una casa en las afueras de Matamoros, dijo Barrios. Un sospechoso que los vigilaba fue arrestado.
Barrios dijo que los dos estadounidenses fallecidos, identificados por las autoridades como Shaeed Woodard, de 33 años, y Zindell Brown, de unos 20 años, están siendo sometidos a autopsias para determinar la hora y la causa de la muerte. Se espera que sean devueltos a los EE. UU. después de eso.
